El Ministerio Público determinó que entre febrero y julio de 2015, año anterior a su elección, el cabildante gestionó negocios con el hospital Nuestra Señora de Lourdes para el suministro de refrigerios por un millón 746 mil pesos. Es decir que para la época de su elección como cabildante no había transcurrido un año desde la fecha de la última entrega.

Estas cuentas se hacen teniendo como fundamento que la última venta se registró el 11 de julio y las elecciones fueron el 25 de octubre, es decir, apenas tres meses después.

Para el ente de control, el funcionario vulneró la norma que establece que no podrá ser inscrito como candidato ni elegido concejal, quien dentro del año anterior a su elección haya intervenido en la gestión de negocios ante entidades públicas del nivel municipal o distrital en interés propio o de terceros.

Así pues, la Procuraduría Provincial de Chaparral demostró que Lugo Murcia dirigió su comportamiento a obtener un resultado lucrativo y, quebrantó sin justificación, los mandatos legales que debió ejercer con transparencia, moralidad y probidad.

El órgano de control calificó su falta como gravísima cometida a título de culpa gravísima al considerar que quien pretende acceder a este tipo de nombramientos, debe conocer como mínimo las condiciones y requisitos que implica el cargo.

El concejal Lugo explicó en febrero pasado que siempre ha tenido un negocio de venta al púbico y que en 2014 le solicitaron los refrigerios y los despachó, pero el pago fue un año después. Y agregó que los pagos se los hicieron por caja menor debido a que no tenía un contrato establecido.

Dato

Lugo interpuso recurso de apelación que será resuelto por la Procuraduría Regional del Tolima.