Colprensa habló con el ‘profesor’, como algunos lo conocen, del significado de estar en el Congreso de la República y del actual escenario político del país de cara a las elecciones presidenciales el próximo 27 de mayo.

- ¿Se imaginaba que iba a sacar más de 500.000 votos en las elecciones a Congreso luego de haber pasado varios años alejado de la política?

No. La realidad desbordó nuestros pronósticos. En la reunión del día anterior a las elecciones pensamos que sacaría cerca de 130.000, incluso algunos miembros del equipo decían que 90 u 80 mil y nadie se atrevía a pensar que llegaríamos siquiera a los 140.000. Es más, cuando estaban dando los resultados hubo un momento en el que me fui a dormir pensando que perderíamos la curul. Eso era lo que imaginaba mientras veía los primeros resultados.

- ¿Cuál fue su sensación al descubrir no solo que ganó la curul, sino que superó con creces el pronóstico y se ubicó como uno de los senadores electos más votados en esta contienda?

Fue una sensación muy bella. Sentí que obtuve un logro pleno y con creces. Pero lo que siguió fue una tensión enorme, porque me echo sobre los hombros una tarea a la que tengo que responder muy bien. Ganar las elecciones es fácil, gobernar es más difícil.

- ¿Cuál será la bandera que tendrá Antanas Mockus en el Senado?

Me quiero enfocar en la relación que hay entre el cambio cultural y las leyes. Con una ley podemos influir sobre la cultura de manera no explícita en la sociedad, por ejemplo: le hemos dicho a la cultura machista, que antes no le parecía tan grave pegarle a una mujer, que sí lo es a través de leyes como la del feminicidio. Hay gente que antes era machista y que hoy lucha contra el feminicidio. Ahora la sociedad se estremece si una mujer muere por maltrato. Eso demuestra que hemos avanzado. Son este tipo de leyes sobre las que quiero trabajar, porque hay evidencia de que un cambio cultural es coadyuvado por un cambio legal y viceversa.

- ¿Por qué regresó al Partido Verde?

Usted no puede pertenecer a ningún partido sin apropiarse de su ideario. En el mundo la ola de partidos verdes apareció después de mayo del 68 con cierta fuerza y ha ido avanzando en temas de mucho rigor. En Colombia, esta es una opinión que comparto con Sergio Fajardo, se siente a lo largo y ancho del país que la gente quiere una agenda ambiental clara. Hoy los ciudadanos no tienen duda de que entre el oro y el agua, escogen el agua.

En el mundo los partidos que están brindando soluciones innovadoras son los verdes, son los que a futuro van a platear temas fundamentales y los que van a tener mayor influencia. Pasará lo que sucedió en Alemania: se crearon alianzas entre industriales, propietarios de riquezas y personas ligadas a la innovación tecnológica.

- Ya que menciona al candidato presidencial Sergio Fajardo, ¿cómo lo ve en el escenario político?

Lo veo muy bien. Está pasando por un buen momento, que puede durar más de cuatro años. Si alguien le está poniendo el ánimo al tema ambiental es él. También sabe que su propuesta política de la mesura, no agresión y respeto a los demás contrincantes tiene cierto atractivo para la gente.

Por otro lado, es muy importante que un presidente sea prudente. Tal vez yo no fui presidente por imprudente y Sergio lo es. Conmigo la gente se asustó con las innovaciones que propuse. Sergio es prudente y hay que reconocerle que eso le da ventajas. Le tengo enorme respeto por todo el proceso que ha hecho para llegar hasta aquí. Yo le digo que construyamos un camino más original y eso puede significar asumir más riesgos.

- Pero, pese a que usted dice que lo ve muy bien, en las últimas encuestas ha bajado su favorabilidad…

Las elecciones son una especie de teatro, donde siempre hay tensión. Si la misma persona va siempre adelante se vuelve muy aburrido. Pero también estamos en la puerta de una nueva época en la que hemos visto que las encuestas se equivocan, porque no pueden predecir la acción humana. Eso lo vimos con el plebiscito por la paz. Es harto que haya ganado el no, pero fue un placer que los encuestadores quedaran desmentidos, porque en una democracia si se sabe de antemano quién va a ganar las elecciones trivializa el camino. Tiene que haber suspenso.

A Sergio no lo veo descompuesto por los resultados de las encuestas. Muchas veces uno tiene que resistir la adversidad. La apuesta a prueba de la adversidad es una bendición.

- A propósito de encuestas y de elecciones ¿cómo ve el escenario político del país?

Hay incertidumbre. Si usted mira los textos de ciencia política ve que lo que caracteriza a las democracias es la incertidumbre. Si se sabe quién va a ganar, se tiró el cuento. La gente busca deliberadamente construir tensión. Ahora, como la estamos viviendo en Colombia, es una sobrepolarización donde todo adquiere sentido atacando al rival, porque los candidatos actúan bajo la premisa de que si no inyectan veneno parecen candidatos aburridos.

Si uno mira las distintas campañas, se parecen cada vez más entre ellas, porque se copian unas de otras de lo que van descubriendo que es eficaz.

- ¿Y qué opina de los argumentos que se están usando en campaña como que vamos a terminar convertidos en Venezuela o cubiertos de populismo?

Me opongo mucho a las campañas basadas en el miedo. El miedo es una emoción importantísima, porque si uno no tuviera miedo no asumiría riesgos desproporcionados, pero también si a usted le exageran el miedo termina acobardado, -debajo de la cama, renunciando a una serie de posibilidades y hacer esto es perder parte de la vida.

Vivir con el miedo que tenían las personas en las zonas más influenciadas por el conflicto armado no era vida. Pensar que con cada salida te podían matar es terrible.

- Hablando del conflicto armado colombiano, ¿cómo ha visto la incursión de las Farc en política hasta el momento?

Creo que comenzaron como una organización compuesta solo por exmilitantes. No escogieron la misma táctica que los del M19, que en su momento se propusieron ampliar su bancada y por eso su camino en política puede ser más largo y lento que el del mismo M19. Pero esto también les puede dar la ventaja de ir potencializando a sus propios integrantes y protegerse de sucesos como el que ocurrió con la Unión Patriótica. Yo pensé que iban a seguir el mismo camino del M19, pero decidieron elaborar su identidad con más sentido de empalme entre el pasado y el presente.

- ¿Cómo ve el proceso de paz con el Eln?

Ni un paso atrás, liberación o muerte es la consigna del Eln. Esa consigna hay que relativizarla sino no hay paz. La guerrilla tiene que dar cuantos pasos atrás sea necesario para llegar a la liberación, pero no podemos meter en esa ecuación la muerte. Liberación sí, pero sin muertos de allá ni de acá. Deben protegerse de sus propias tentaciones suicidas.

Frase

"Si se sabe quién va a ganar, se tiró el cuento. La gente busca deliberadamente construir tensión", Antanas Mockus.