Las campañas políticas de Congreso y Presidencia de la República, la complejidad de los temas que competen más al nuevo Gobierno que al saliente, como también la debilidad de las mayorías de la coalición de la Unidad Nacional, tienen casi que hundida, a poco más de 40 días para finalizar las sesiones ordinarias del Congreso, la ambiciosa agenda legislativa que radicó entre marzo y abril el Gobierno nacional.

Dicha agenda se tramita en especial para seguir cumpliendo los acuerdos de paz que permitieron la desmovilización de las Farc, proceso legislativo que fluyó muy bien el año pasado cuando se discutieron en el marco del llamado ‘fast track’ o mecanismos legislativo especial, con el cual se recortó en el tiempo la discusión de reformas constitucionales y leyes.

Los proyectos han sido radicados por los ministros del Interior, Guillermo Rivera; Hacienda, Mauricio Cárdenas y Justicia, Enrique Gil Botero, principalmente, y todos en su momento se presentaron como prioritarios para la paz del país, como también para la economía nacional.

En proceso de arrancar su discusión están proyectos como el que crea el mecanismo judicial de sometimiento de las bacrim, la despenalización de los pequeños cultivadores ilícitos, la creación del nuevo peso y eliminación de tres ceros a la moneda actual, además del que eleva a Coldeportes al rango de ministerio, y claro está, el más reciente -que ahora reviste mayor importancia para el Gobierno- la reglamentación al procedimiento operativo de la Justicia Especial de Paz.

Según los expertos, en el Congreso de la República es tradición que durante el último periodo de sesiones (16 de marzo al 16 junio) son muy pocos los proyectos de ley que un Gobierno logra que avancen, pues los intereses están más centrados en elegir al Congreso entrante y al nuevo Jefe de Estado con el cual se deberán entender los senadores y representantes elegidos en las urnas.

‘Sin gasolina’

Una de las voces más conocedoras de estos trámites legislativos, que los ha vivido como Gobierno y ahora como congresista, es el senador liberal, Horacio Serpa Uribe, quien no duda en reconocer que a la administración Santos “ya no le paran bolas” en el Congreso.

“Cualquier Gobierno de ocho años y más después de que han pasado siete y medio, y estamos a escasas cuatro semanas de la primera vuelta presidencial, tiene poca gasolina, eso no le extrañe a nadie”, asegura Serpa al analizar qué pasará con la amplia y ambiciosa agenda.

En el mismo sentido se pronunció el vicepresidente de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, Carlos Abraham Jiménez, quien asegura que no solo se acabó la gasolina, es decir tener unas mayorías suficientes, sino que el tiempo ya no da para tanto proyecto.

Dato

El Congreso de la República culminará su periodo de sesiones ordinarias el próximo 20 de junio.