Las alarmas en la región se encendieron no solo por el poderío militar de estas aeronaves, conocidas en el argot bélico como ‘Cisnes blancos’, sino por el ejercicio binacional que la Fuerza Aérea venezolana desplegó junto con sus pares rusos.

“Rusia y Venezuela consolidan cooperación militar mediante #VuelosOperativosVzlaRusia, con el firme objetivo de elevar el Apresto Operacional de la #FANB y estar preparados para defender la Patria de Bolívar ante cualquier amenaza que atente contra nuestra Independencia”, se lee en un trino del Comando Estratégico Operacional del vecino país.

A la llegada de los ‘Cisnes’ le siguió la andanada de declaraciones del mandatario venezolano Nicolás Maduro sobre una supuesta operación para derrocarlo y asesinarlo, incluso señaló que una parte de esos planes se estarían fraguando desde la base militar de Tolemaida, uno de los fuertes de entrenamiento más completos del hemisferio, pues cuenta con escuela de paracaidismo, de Lanceros, de asalto aéreo y otras especialidades.

Vladimir Padrino, el general que hace las veces de ministro de Defensa, también hizo la tarea. “La tripulación aérea de la Federación Rusa es bienvenida a esta tierra heroica. Es una nueva oportunidad de afianzar nuestras relaciones en el ámbito militar y seguir andando una senda de cooperación y amistad sincera. La paz es nuestro objetivo”, dijo el alto funcionario.

A los rusos los trataron como zares. Condecoraciones, homenajes, ágapes y calurosos recibimientos se hicieron en honor a las tripulaciones y al cuerpo diplomático de ese país, como se demuestra en las cuentas de las redes sociales de las diferentes fuerzas militares del vecino país.

Con todo esto, los analistas en temas de seguridad no dudan en calificar el tema como una jugada con tintes geopolíticos cuyo escenario es el hemisferio. Carlos Augusto Chacón, director del Centro de Estudios Libertad y Paz, recordó que no es la primera vez que este tipo de ejercicios militares se realizan en Venezuela.

“En 2013 ya habían venido aviones rusos, incluso buques grandes de ese país y no es la primera vez que ellos (los rusos) hacen una muestra de poder. Venezuela, en el escenario geopolítico, es un tablero de ajedrez para las grandes potencias y Nicolás Maduro lo que quiere demostrar es que tiene aliados internacionales”, explicó Chacón.

Sin embargo, todo parece apuntar que la preocupación del régimen no es Colombia, sino Brasil y la llegada del Gobierno de Jair Bolsonaro, que asumirá las riendas de su país el primero de enero próximo. Así puede deducirse de las palabras de Padrino López al decir ante la llegada de los aviones que todo el ejercicio se hace ante los cambios políticos y militares en la región.

Con el viraje a la derecha que está dando América Latina, en Venezuela perciben que se les cierra el cerco, porque estos nuevos gobiernos podrían unirse, como el bloque que en su momento hizo la izquierda, y no podrían seguir a sus anchas como hasta ahora lo han venido haciendo.

Esta posible unión es una de las preocupaciones de Miraflores, pues la otra es el poder militar que Brasil está adquiriendo con pertrechos de generaciones más recientes.

Chacón explica que recientemente las fuerzas militares brasileras “tuvieron una importante transferencia de tecnología de aviones F-39 y la creación en el norte del país de una Fuerza Conjunta aeronaval en el estado de Pará. También son demostraciones de poder militar muy fuerte”.

El factor Putin

La otra interpretación que se le atribuye a la presencia de aeronaves viene por el lado de Rusia y el mensaje que le quiere dar al Gobierno Trump. Algo así como sálgase de Siria, que es como mi patio trasero, y yo me le salgo de Venezuela. Es decir, equiparar acciones en los continentes de parte de cada potencia mundial.

En sentido similar, el experto en Seguridad y Defensa, Juan Carlos Ruiz, de la Universidad del Rosario, señala que Rusia se ha convertido en el actor más importante en términos de oposición a los Estados Unidos, lo que se puede interpretar como unas nuevas aspiraciones internacionales de Vladimir Putin.

“Hay una estrategia muy clara de Putin para pisar terrenos y hacer presencia donde antes Estados Unidos tenía total hegemonía como en América Latina”, dice Ruiz al tiempo que agrega que la posición de Colombia ha sido de respeto y de no agresiones y la califica de “inteligente”.

“Cuando se habla de una posible confrontación bélica con Venezuela, eso iría en contravía de una tradición colombiana muy ligada a la legalidad internacional que es importante mantener, para no hablar de la tontería que es hacer una guerra”, enfatiza el experto.

El excomandante de la Fuerza Aérea, general en retiro Guillermo León, comparte la tesis de que se trata de una demostración de poderío y envían el mensaje de que no están solos ante una eventual intervención en su territorio, aviso que tiene un claro destinatario: los Estados Unidos.

“Quieren enviar la señal de que ellos tienen el respaldo de países con una amplia capacidad militar como es el caso de Rusia, de China, de Corea del Norte, de unos buques de guerra iraníes que también se encuentran en su mar territorial”, advierte León.

Pero los ‘Cisnes’ no llegaron solos. John Marulanda, también experto en temas de seguridad, dice que con estas aeronaves llegó el avión de carga más grande del mundo, el Antonov 132.

“Este avión – explica Marulanda – se usa para transportar todos los repuestos que se utilizan para actualizar los Zukhoi, los helicópteros M 35 y los misiles Pechora que tiene Venezuela”.

La nueva cúpula militar, que este lunes asumirá en propiedad, tendrá también el reto de no dejarse llevar por las constantes provocaciones de los militares venezolanos, pero, además, evaluar la posibilidad de la actualización y modernización de los equipos con los que cuentan las unidades de Ejército, Fuerza Aérea y Armada.

Para el profesor Ruiz, lo fundamental antes de usar dinero en este rubro es preguntarse si realmente se necesita una inversión de esta naturaleza, partiendo de la base que, aunque somos un continente muy violento, el hemisferio no ha sido escenario de confrontaciones belicosas de grandes proporciones.

“Somos un continente muy pacífico en términos de conflictos bélicos entre países. Si se necesita un sector defensa modernizado, sólido y robusto para los temas de violencia en el país, pero no vale la pena pensar en un sector defensa para un conflicto con un país vecino”, dice.

Chacón concluye que la lectura de lo que se vivió esta semana no puede quedarse en el hecho de una unión comunista alrededor de Venezuela en la que participan China, Rusia, Irán y Corea del Norte.

“Quedarse en eso es una lectura simplista. Tiene que ver con los intereses geopolíticos de esos países. Al final, lo que quieren estos países que tienen temas económicos con Venezuela es buscar una compensación, que les den concesión de muchos años en determinados temas. Por ejemplo, los chinos buscan lo relacionado con la minería”, enfatiza.