En su primera aparición pública desde que recuperó la libertad, el exgobernador liberal Fernando Osorio Cuenca lamentó que la colectividad roja haya renunciado a la posibilidad de tener una candidatura en cabeza de Olga Beatriz González, para apoyar la aspiración de la exsenadora Rosmery Martínez, de Cambio Radical.

A su juicio, aunque el partido Liberal afronta una crisis, todavía tiene la fortaleza electoral y el reconocimiento para haber insistido en una aspiración propia. Para él, la decisión de plegarse a Cambio Radical abre la puerta a que los militantes liberales de base busquen otras opciones de cara a las elecciones regionales de octubre.

“Hay más liberalismo que partido, eso hay que aceptarlo. Y desafortunadamente, como en todos los partidos, hay una crisis. Pero lo que sí critico es que teniendo la fortaleza electoral, el músculo financiero y el reconocimiento de la doctora Olga B., por quien sentía mucho entusiasmo para apoyarla, ahora el partido se haya ido a rogarle a una mujer muy respetable a que sea candidata. Eso despista un tanto y deja en libertad a los liberales de base para mirar a dónde cogen. No hay candidato liberal a la Gobernación, hay un candidato de adhesión”, dijo.

El exmandatario insistió en que hace mucho cesó su actividad en la política electoral y que hoy, sin protagonismo y siendo una persona que “monta en buseta”, se ocupa en generar opinión. Incluso, dijo que asesora candidatos sin distingos políticos, pues “a mí me importa más el departamento que el gobernador”.

Por otro lado, Osorio se refirió al proceso penal que afronta junto al gobernador Óscar Barreto ante la Corte Suprema de Justicia por las presuntas irregularidades en la suscripción de un contrato entre la Administración y el Convenio Andrés Bello para la dotación de infraestructura tecnológica en instituciones educativas. Por este caso, estuvo durante más de un año en detención preventiva domiciliaria.

Osorio considera que desengavetaron este proceso porque existía un interés político de tumbar al gobernador Barreto, pero, tras cumplirse las elecciones presidenciales del año pasado, ha perdido trascendencia frente a asuntos de connotación nacional como el ‘Cartel de la Toga’, Odebrecht o la JEP.

“Fui víctima de la persecución de este fiscal (Néstor Humberto) Martínez Neira y que por fortuna se fue porque simplemente estaba haciendo un mandado político: vincularon a Óscar Barreto a un proceso mío que prácticamente estaba archivado, pero que sirvió de pie para tratar llevarse su cabeza y llevárselo de la Gobernación. En ese ejercicio resulté afectado, pero tengo la tranquilidad porque ahí no hubo dolo. Hemos enfrentado varias audiencias y hace mucho rato que no nos convocan pese a que estamos en etapa de juicio”, indicó.

El exgobernador desmintió que no haya recibido gestos de solidaridad de su partido durante su detención, en contraste con Barreto, quien estuvo acompañado por varias decenas de personas durante las diligencias. Según dijo, además de comunidad en general, contó con el apoyo de amigos como Ricardo Orozco, Carlos Edward Osorio y José Barreto.

“Desde el partido Liberal si estuvieron pendientes. Lo que sucedió es que Barreto está en el poder y tiene muchos amigos que le dieron un merecido apoyo”, comentó.

Dato

Fernando Osorio, historiador sobre la violencia y el conflicto armado, reapareció en el acto de apertura de la Casa de la Verdad.