La mujer y la democracia

VANGUARDIA - EL NUEVO DÍA
Desde la implementación del voto en Colombia las mujeres han tratado de ganar espacios en las diferentes esferas y en la actualidad sigue la lucha en la equidad e igualdad de géneros.

En 1957, es decir, hace 62 años, la mujer por primera vez pudo ejercer su derecho al voto en Colombia y de ahí en adelante comenzó a cumplir un papel importante en la vida pública y política del país.

Desde ese momento, cuando las mujeres fueron convocadas por primera vez a las urnas para decidir en el plebiscito que pretendía instaurar el Frente Nacional en el país, y a lo largo de la historia se han librado batallas legislativas con el fin de que las mujeres sigan teniendo representación en los diferentes cargos públicos y privados que contribuyen al desarrollo de Colombia.

De ahí en adelante comenzó a reflejarse la presencia de las mujeres en campos como el Congreso, en los equipos de los gobernantes como los ministerios y en instituciones armadas como la Policía nacional.

Sin embargo, hoy, en pleno siglo XXI, siguen las movilizaciones y las luchas por la reivindicación de los derechos de las mujeres y en la búsqueda de la equidad de género.

 

Enfoque libertariO

Tania Meneses Cabrera, Socióloga y Docente de la Universidad Abierta y a Distancia, Unad, manifiesta que la participación de la mujer ha sido muy diversa, por ejemplo en el ámbito político en Santander, durante el Frente Nacional, se muestra cómo el partido Conservador aprovechó la aprobación del voto femenino para captar a las mujeres y ellas se movilizaron de manera fuerte.

Además, asegura la Socióloga que por esa misma época había movimientos de mujeres con un enfoque libertario de reclamar otros derechos y visibilizar otras necesidades.

Explica que “todo el movimiento de mujeres tuvo mucha influencia del movimiento norteamericano y europeo de reclamar que pudieran salir a trabajar, que las mujeres tuvieran representación política, que existieran guarderías para sus hijos; fueron momentos de reivindicación de derechos y digamos que está bien, pero valdría la pena preguntarnos si eso era lo que necesitábamos las mujeres en Colombia”.

 

Economía del cuidado

De acuerdo con Meneses Cabrera, las mujeres han conquistado muchos espacios en los escenarios de lo público, pero hay un problema y no solo de Colombia, y es que no se ha negociado el contrato social acerca de todas las labores de cuidado. El capitalismo no se podría sostener si no fuera por el trabajo no pago de las mujeres y toda la “economía del cuidado” está sustentada en mayor parte por las mujeres, pero eso sigue siendo invisible.

En este mismo sentido, Yira Miranda Montero, Trabajadora Social e Investigadora en Equidad de Género y Políticas Públicas, argumenta que “existe un reclamo político de derechos humanos para las mujeres, porque siempre se ha aportado a la vida económica y al desarrollo económico del país y eso es inevitable, no se ha aportado desde lo público, sino desde lo privado, desde ese ámbito ‘privado’ que me parece que es público, porque como mujeres siempre se ha aportado a la economía del país desde el trabajo no remunerado y doméstico, es decir, nos encargamos muchas más horas al día de labores más que los hombres, a pesar de que no ejerzamos siempre labores públicas”.

De acuerdo con Miranda Montero, lo importante es que ya existe una encuesta nacional que le da valor al trabajo doméstico y ha sido analizado desde la “economía del cuidado” y empieza a visualizar cuánto dinero simbolizaría si le pagan a cada mujer que trabaja desde su casa y el cálculo es que se aporta el 20% del producto interno bruto a las labores de bienes, servicios y productos del país.

 

Poder e intereses

El siete de agosto del año pasado con la posesión del presidente de Colombia Iván Duque Márquez, también Marta Lucía Ramírez juró como Vicepresidente y se convirtió en la primera mujer que ocupa ese cargo en la historia colombiana.

La investigadora en Equidad de Género y Políticas Públicas, considera que “el cargo de la Vicepresidenta nos lo han querido vender como esa forma en que podemos decir que es un avance en equidad de género cuando no lo es, porque ella desde que fue Ministra de Defensa promueve ideas guerreristas y homofóbicas que no respaldan la búsqueda de esa equidad de género; entonces el hecho de que haya mujeres en cargos de representación política no quiere decir que ‘per se’ sean una ganancia para los derechos de las mujeres, no lo es, es una visión muy sesgada, muy corta para lo que pretende también todo este movimiento de mujeres”.

Del mismo sentir es la Socióloga Tania, al indicar que “habría que ver el trabajo en nuestro país de las mujeres que ocupan puestos de poder, por ejemplo los proyectos de ley que han escrito, las ideas que defienden, qué tanto representan esos intereses, y los resultados son muy pobres... si algo ha defendido los intereses de las mujeres es la movilización social y muy por fuera de los partidos tradicionales”.

 

¿Oportunidad o limitante?

Como una forma de superar la discriminación de género en Colombia en el año 2000 se creó la Ley 581 por medio de la cual se dispone que el 30% de los altos cargos públicos deban ser ejercidos por mujeres.

“Esas leyes se han venido generando en diferentes países y creería que todavía son necesarias, porque los centros de poder están masculinizados, tanto en ideas como en personas del sexo masculino y en nuestra cultura eso está normalizado”, manifiesta Meneses Cabrera.

De manera contraria opina la Trabajadora Social Yira, al considerar que la ley de cuotas es una limitante. “En Colombia están exigiendo a los Congresistas que haya más que un 30% porque la ley de cuotas viene más que a garantizar la participación de las mujeres, tiende a volverse más bien una limitante, entonces los partidos por ejemplo han entendido que el 30% es el límite y entonces que haya tres mujeres en un grupo de 10 está bien y el resto son hombres y empiezan a ser muy pocos los partidos que pongan a las mujeres como cabeza de lista”.

 

En lo empresarial

Marta L. Bautista Lasprilla, Gerente C.C. Cañaveral, presidenta de la Mesa Sectorial de Centros Comerciales y miembro de la Junta directiva de Fenalco.

Esta Comunicadora Social especializada en Gerencia de Comunicación Organizacional, se ha desempeñado a lo largo de su vida laboral en temas relacionados con servicio al cliente y creando programas que ayuden a promover el turismo, entre otras cosas.

Considera que “hay sectores económicos donde ha sido difícil que las mujeres escalen, pero en el sector financiero las mujeres son muy apetecidas, porque son cargos en los que hay que tomar decisiones. Además, las mujeres están más ligadas a la transparencia, quizá los casos de falta de ética y corrupción están más asociados a los hombres y, para cargos operativos todavía ven a las mujeres con debilidades”.

 

Destacado

En la educación, las reformas de 1903 favorecieron la libre enseñanza en todos los niveles escolares, aunque por razones económicas las mujeres siguieron excluidas del ambiente escolar.

 

Destacado 

Policarpa Salavarrieta, nacida en Guaduas, Cundinamarca, fue la heroína más popular de la Nueva Granada durante la ‘Época del terror’. 

Credito
NELLY VECINO PICO

Comentarios