Todas las violencias

VANGUARDIA - EL NUEVO DÍA
Los hechos violentos se han incrementado en el país y demuestra, según los expertos, que no era solo las Farc el origen de ellos, sino que son múltiples sus causas.

El evidente aumento de la violencia en Colombia es un fenómeno que a diario se refleja en las nuevas cifras de asesinatos a líderes sociales, desplazamientos, desapariciones forzadas, secuestros y ataques de paramilitares y bandas criminales.

Hechos que dejan de manifiesto la inminente llegada de una nueva fase de violencia que hasta ahora el Gobierno nacional no ha logrado contener, ni proteger a quienes se convierten en blanco de dichos ataques.

Y aunque se esperaba que la firma del Acuerdo de paz frenara estos actos delictivos, tanto los expertos como los excombatientes de las Farc aseguran que los hechos que llevaron a la toma de las armas en Colombia y a la disputa por los territorios y otras formas de agresión siguen vigentes en el país, razón por la cual estiman que el recrudecimiento de la violencia social no solo regresó, sino que amenaza con ser peor.

 

Las voces que silencian frente al Gobierno

Con una cifra de 726 líderes sociales asesinados desde la firma del acuerdo, entre ellos hombres, mujeres, afrodescendientes, indígenas, protectores del medio ambiente y campesinos, las alarmas dentro del Gobierno deberían estar encendidas.

No obstante, estos asesinatos se convierten simplemente en un número más ante la falta de acciones.

Para Jorge Castellanos Pulido, director de Indepaz, “la razón de fondo de esta violencia está relacionada con la disputa por el poder político, en donde tenemos un Gobierno autoritario que quiere imponerse como sea, y ese deseo por darle rienda suelta a un nuevo sistema económico, al dominio de territorios, a los atentados a los recursos naturales y humanos, llevan a la intimidación y el asesinato de nuestros líderes y de quienes piensan diferente”.

En consecuencia, esa forma de exclusión de los dirigentes del país conllevaría al aumento de factores como la desigualdad social, la pobreza y, por ende, la violencia.

“Esta actitud lo que nos está demostrando es que nos va a hundir en una nueva ola de violencia, que nos va a dejar a más líderes asesinados y que destruirá el acuerdo”, agregó el Director.

 

Más allá de las Farc

Si bien son muchos los sectores que argumentan que la violencia en el país es culpa de la antigua guerrilla de las Farc, esto podría no ser del todo cierto, pues la historia ha demostrado que su surgimiento se dio como consecuencia de la falta de garantías y oportunidades. Un problema que sigue siendo notorio en Colombia.

“Estamos viviendo un momento de recrudecimiento de la violencia social, política y armada en el país, porque la firma de los acuerdos no elimina todas las causas del conflicto. Sigue habiendo pobreza, despojo de tierras y falta de oportunidades que llevan a que la guerra no solo continúe, sino que aumente”, explicó Manuel Bolívar, integrante del partido Farc.

Pero la nueva era de violencia que se vive actualmente ha tocado incluso a quienes se acogieron al acuerdo, pues luego de su firma se han registrado 165 acciones en contra de los excombatientes, de las cuales 137 obedecen a asesinatos.

“El recrudecimiento de la guerra va a seguir si no hay garantías del Gobierno, si no hay oportunidades laborales, de estudio, de progreso. Y eso no se logra intimidando a los demás o haciéndolos salir de sus territorios, como lo quieren hacer. El mayor porcentaje de los partidarios del acuerdo de paz seguimos en pie de que no vamos a retomar las armas, pero el Estado ha incumplido”, dice Bolívar.

 

Las drogas

El deseo de ejercer dominio de los territorios siempre ha sido uno de los factores que desata la violencia en el país. Con él llega también el negocio de las drogas y el narcotráfico.

Henry Cancelado, analista político de la Universidad Javeriana, señaló que “de alguna manera las Farc controlaban los territorios y cumplían una función de vigilancia. Ahora que ellos no están, surge la disputa entre otros grupos criminales que se quieren convertir en los jefes del negocio de la droga. Y el Estado no ha sido capaz de intervenir para frenar esa violencia, en Colombia hay más territorio que Estado porque lo tienen abandonado”.

Y es entonces cuando la corrupción, en todas sus esferas, también se convierte en una de las razones por las cuales se da la reactivación de los frentes de violencia.

“El efecto directo de una sociedad narcotizada y violenta es la corrupción. Colombia siempre ha sido un país violento, pero ahora sus niveles aumentaron y se da por la corrupción política que perdió el norte del país”.

 

Elecciones con sangre

 Otro de los factores que desatan la violencia en el país está directamente relacionado con los periodos electorales, según explicó Ángela María Gómez Vega, investigadora de violencia política de la MOE.

“Hemos notado que en el periodo electoral se registra un pico de violencia contra los líderes políticos. Prevemos que para los días cercanos al 27 de julio, que se termina la inscripción de candidatos políticos, ese pico de violencia aumente. Por lo que desde la MOE hacemos un llamado para que las autoridades y partidos tomen acciones que garanticen la seguridad de estos líderes”.

Credito
VALESCA ALVARADO RÍOS

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