“Duque está siendo tan malo como era Santos”, Jorge Robledo

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
En entrevista, el senador del Polo Democrático habló de la apuesta de los sectores alternativos para estas elecciones regionales y el primer año del gobierno del presidente Iván Duque, que calificó de desastroso.

¿Cómo cree que la va a ir a los candidatos alternativos en el Tolima?

Estamos muy optimistas de que aquí nos va a ir bien. Cada elección es distinta, pero estas son especialmente enredadas porque las peores formas de clientelismo salen en las contiendas locales. Sin embargo, sentimos que hay una corriente de cambio y de colombianos que están mamados con lo que está pasando, por lo que espero que se refleje en las elecciones. Es que los mismos con las mismas ya han gobernado y han fracasado. En el Tolima creemos que Jorge Palomino a la Gobernación y Hugo Ernesto Zárrate a la Alcaldía de Ibagué son las mejores opciones.

Siempre se dice que la izquierda no puede actuar unidad. Para este caso, ¿cómo les ha ido?

En el caso del Polo, la orientación que tiene nuestra gente es hacer todos los esfuerzos por lograr candidaturas alternativas de unidad. Estamos trabajando, pero no ha sido fácil, por las realidades políticas, las trayectorias y las aspiraciones.

Un parlamentario del Tolima ha dicho que para estas elecciones lo importante es que no gane la izquierda. ¿Qué dice al respecto?

Esos son los mismos con las mismas, porque a ellos les gusta así. Supongo que se inspira en un dicho que se usa en Manizales que dice que maluco también es bueno. Nosotros representamos el cambio y unas ideas diferentes. Hay quienes quieren meter miedo y asustar a la gente, porque no hay nada más fácil de engañar que un ciudadano cargado de rabia. Nosotros no hacemos las cosas así, sino que damos argumentos.

Cuando falta menos de un mes para que el presidente Iván Duque cumpla su primer año, ¿qué lectura tiene de su gobierno?

En términos generales, creo que está siendo tan malo como era Santos. Si uno quita el tema de los acuerdos de paz, en todo lo demás son igualitos. Los mismos con las mismas. Cada día es un desastre el gobierno del presidente Duque, porque es parecido a Santos. Creo que está haciendo esfuerzos para terminar considerado como el peor presidente de la historia del país y es probable que lo logre. Por ejemplo, la economía del país es catastrófica. No lo digo yo. Lo está diciendo Guillermo Perry y Juan Camilo Restrepo. Y esos no son los temas que nos ocupan.

¿Por qué dice que es un desastre la economía?

Ahí están todas las cifras. El problema fiscal es gravísimo, el problema cambiario, tenemos eso que llaman los déficit gemelos, los topes de endeudamiento son inmensos, el crecimiento de la economía es muy bajo, el desempleo está subiendo y, como consecuencia, las calificadoras de riesgo han conceptuado bajar a Colombia. O sea, todos los bombillos rojos están prendidos, pero Carrasquilla y Duque creen que van a arreglar todo eso con mentiras y manipulaciones.

Y frente a la relación con el Congreso, la impresión es que el presidente no la tiene fácil ahí...

Creo que con eso hay una falacia, porque lo que ha sido toda la política económica de Duque, que es igual a la de Santos, la ha sacado adelante, así como también sacó el presupuesto, la reforma tributaria, el ingreso de Colombia a la Ocde, la ley de las TIC y el Plan Nacional de Desarrollo. Es el viejo truco de ellos. Me explico: Uribe y Santos han tenido contradicciones amargas en torno al proceso de paz, pero en el último gobierno de Santos, el Centro Democrático respaldó todas las normas económicas, como la Ley de Zidres y el TLC con Corea, entre otras.

Frente a la agenda anticorrupción, el presidente dijo que va a presentar en esta nueva legislatura el proyecto que endurece las penas para corruptos. ¿Cree que va a prosperar?

Ese proyecto se aprobó en septiembre u octubre del año pasado en el Senado, pero lo tramitaron a última hora. Es bien difícil que un proyecto en el que esté interesado un presidente de la República no sea ley. Entonces tengo la certeza de que hicieron las cosas socarronamente, para que no pasara. Ahora, sobre este nuevo proyecto, puede que a la postre se termine aprobando, pero por la presión ciudadana, no porque quieran. No se les olvide que el Centro Democrático se opuso a la Consulta Anticorrupción. Ellos son astutos y juegan al policía bueno y al policía malo.

A propósito de la extradición de Andrés Felipe Arias, para que cumpla su condena, ¿qué piensa del proyecto de doble instancia y que terminaría favoreciéndolo?

Acuérdense de que yo hice el debate de Agro Ingreso Seguro en el que demostré hasta la saciedad que esa era una política equivocadísima y desastrosa de ultraconcentración de los recursos del Estado que, además, tenía ilegalidades. Estuve revisando todo su caso, en la Contraloría, la Procuraduría y lo que ha pasado en Estados Unidos, y tengo la completa convicción de que ha habido debido proceso y se le han garantizado todos sus derechos. Es inaceptable que se diga que eso ha sido una persecución política. No es cierto.

Y en relación con este tema que están planteando de la doble instancia, es posible que se termine aprobando, porque ese es un derecho general, pero ahí si se prueba el descrédito del Congreso, porque se les dan todas las garantías y cuando de pronto pierden una, ese día cambian la ley. Ese es un mensaje terrible para la ciudadanía, pero hay que ver qué es lo que se va a proponer. Siempre digo que el diablo está en los detalles.

¿Qué tanto a afectado el caso de Jesús Santrich al proceso de paz?

Hay una especie de consenso nacional en que Santrich se equivoca de manera gravísima y se está haciendo daño y afecta el proceso, pero es evidente que eso lo han utilizado como una cortina de humo. A quién le van a meter el cuento de que este es un problema de estrategia fundamental de Colombia. Si el día de mañana lo capturan, ¿en qué cambia este país? En nada. Es lo mismo que nos están montando con Andrés Felipe Arias. Son el tipo de temas que le gustan a Duque y a Uribe, para mantener al país lleno de rabia, miedos y odios.

Credito
EL NUEVO DÍA

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