“Duque no ofrece respuesta a los reclamos ciudadanos”

El médico Wilson Cediel, dirigente sindical y excandidato a la Asamblea por el Polo, quien fue retenido por la Policía en un procedimiento irregular, habló sobre los efectos del paro y lo que viene ahora para el movimiento social.

¿Hubo respuesta a la denuncia de su detención?

Después de la denuncia por el procedimiento arbitrario que se realizó contra mí, hubo un llamado de las autoridades municipales. Entiendo que la comandancia de la Policía Metropolitana ha tomado cartas en el asunto. Lo de anotar es que esos hechos son desafortunados, un día antes de una grandiosa movilización. Hubo una reacción muy solidaria de la ciudadanía, el gremio y las autoridades políticas de la ciudad frente a ese atropello.

Lo que parecía ser un procedimiento de rutina terminó en un acto irregular. ¿Qué cree que pasó?

Ahí radica la arbitrariedad. Estando sobre el puente peatonal, entregué mi documento de identificación en el momento que se me requirió, pero deciden conducirme a la patrulla hasta la Sijín forzadamente. El agente de Policía portaba mi cédula y podía hacer la identificación. Ahí radica la ilegalidad del procedimiento.

¿Qué destaca de la jornada del jueves pasado?

Se está tasando en cerca de seis millones de colombianos que se movilizaron, eso sobrepasa cualquier cálculo que se hubiese podido estimar en todo el país. Las movilizaciones fueron masivas y predominantemente pacíficas, con la vinculación de muchos sectores. Ibagué fue una muestra de lo que se dio en todo el país y es que no solamente estaban las organizaciones políticas y sindicales, sino que había un gran número de ciudadanos que decidieron participar. Además de los estudiantes de la Universidad del Tolima, por primera vez salió una movilización desde la Universidad de Ibagué. También hubo participación de la Universidad Cooperativa.

Se podría decir que el único lunar fue los actos de vandalismo al terminar el día...

Hubo actos vandálicos en el país, muchos ni siquiera corresponden a personas cercanas a la convocatoria de la protesta sino que son ajenos a ella. Obviamente los rechazamos, así como repudiamos el uso de la fuerza desmedida de la Policía cuando van a controlar cualquier desorden público. En Ibagué, al final de la jornada, aparecieron algunas personas escondiendo su identidad que terminaron en un enfrentamiento con la Policía. Eso es lamentable porque genera un lunar en toda la movilización. Y todo eso no corresponde a la dinámica de la protesta masiva. El cacerolazo fue una expresión de rechazo a cualquier violencia y de respaldo a las demandas del paro. La ciudadanía ya comienza a reaccionar y a rechazar cualquier tipo de acto violento.

¿Qué lectura hace de la alocución del presidente Iván Duque?

Creo que en esa, como en alocuciones previas, ha dado un mensaje completamente equivocado. No ofrece ninguna respuesta a los reclamos sobre la reforma pensional y laboral, el paquete de privatizaciones que están planteadas, su reforma tributaria y toda la situación de violencia contra los líderes sociales. El comando de paro ha llamado a una mesa de concertación con el Gobierno, para tratar de solucionar las problemáticas del país, pero no ha tenido eco.

¿Y ahora qué viene para el movimiento social?

Luego de los cacerolazos, el lunes (mañana) hay una jornada por la no violencia contra la mujer de la que estamos siendo parte activa. Hacia adelante viene una mayor movilización. Habrá que ver en qué plazos, pero creo que el Gobierno debe entender que hay un reclamo ciudadano que tiene justificación. Y si no le presta atención, pues va a encontrar mayores movilizaciones. Hay un ambiente muy favorable para que la ciudadanía pueda expresar sus reclamos y encontrar respuestas que se vean reflejadas en cambios estructurales en las políticas económica, de seguridad y empleo.

¿Cree, como dicen algunos, que esta es una nueva etapa del movimiento social?

Predicciones son muy difíciles de hacer. El balance es muy positivo en cuanto a la participación de la ciudadanía. Las organizaciones políticas, sindicales y sociales deben tomar nota de eso, pero creo que los procesos sociales son largos, así como se han venido dando en otros países de Latinoamérica como en Chile. Veo positivamente el despertar de la ciudadanía, pero hay que hacer un llamado a mayor organización y a marchas pacíficas. Las situaciones de violencia y vandalismo no conducirían a ninguna parte y frustrarían lo que realmente el movimiento social y el país necesita.

Credito
EL NUEVO DÍA

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