Le madrugó a anunciar su intención de aspirar a la Presidencia. ¿Por qué tan temprano?

La campaña presidencial empezó desde el mismo día en que ganó Duque. Estoy convencido de que puedo liderar un gran pacto nacional, el más diverso que se haya construido en Colombia y que permita introducirle a este país una serie de transformaciones en lo económico, social y político. Hablo de un gran pacto en el que quepan todos los colombianos que estén por el progreso de Colombia: sectores populares, clases medias y empresarios. Bienvenidos todos los que contribuyan con crear riqueza, empleo y con enfrentar la corrupción.

¿Quiénes creen que puedan converger en ese pacto y qué lo caracterizará?

Ese pacto está en construcción y tendrá que hacerse entre todos. Diría que para estar en este pacto hay una premisa: coincidir en la idea de que Colombia está muy mal y viene siendo muy mal gobernada. Sería pésimo que los mismos con las mismas volvieran a ganar en 2022.

Ahora, ese pacto necesita unos acuerdos fundamentales: cero tolerancia con la corrupción; la salud y la educación como derechos, respaldo al proceso de paz y a una política de acabar con la violencia, la defensa del medio ambiente, empleo de buena calidad y decente, muy especialmente para los jóvenes, crear riqueza desde los productores pequeños, medianos y grandes, y mayor respaldo del sector financiero a la producción nacional.

¿Saldrá a buscar ese pacto sobre la base de lo que se hizo con la llamada Coalición Colombia o es un nuevo inicio?

Insistiría en que esto es apenas un anuncio. Estamos a dos años y medio de las elecciones. Seguramente habrá más ‘patos’ que se lancen al agua y en ese proceso iremos viendo cómo se desarrollan las cosas, pero mi propósito es ser el líder de ese pacto que nos permita pasar a la segunda vuelta y ganar la jefatura del Estado.

Enfatizo en la idea de lo amplio: todos los países que han salido adelante en la construcción de sus economías de mercado han hecho en algún momento un pacto nacional. Pongo este ejemplo: Colombia es como un gran barco en el que hay desacuerdos, pero a todos nos interesa que la embarcación no se hunda, navegue y vaya en la dirección correcta. La tarea principal del capitán del barco, que en este caso es el presidente de la República, es dirigir todo esto.

Usted insiste en que han sido las mismas personas las que han dirigido el país por años. ¿Qué cree que pudo haber cambiado en la sociedad colombiana y su cultura política para que elija un gobierno alternativo en 2022?

Son muchísimos los hechos que muestran que hay una tendencia al cambio inmensa. Cada vez somos más los que estamos por ese cambio. Me propongo asumir el liderazgo capaz de ganar en esta Colombia diversa. Repito: una Colombia en la que socialmente estemos hablando todos y en política con la mayor amplitud. Las condiciones están maduras para que una persona como yo gane la jefatura del Estado.

Usted ha dicho que no le gusta ponerle rótulos a estos procesos, pero, ¿en qué lugar del espectro político está situada esta propuesta?

No quiero utilizar rótulos, porque reflejan muy mal las realidades. Realmente no me siento representado en cómo la sociedad entiende esos rótulos. Entonces prefiero hablar de un pacto nacional en el que entren quienes estén de acuerdo con el programa que se plantee. Aquí no se trata de hacerle a alguien un examen de filiación política. Estos son los acuerdos y cada quien póngale la marca que quiera.

¿Cree que el descontento social de las calles se pueda sintonizar con ese proyecto a la Presidencia?

Es bueno que se sepa que esta decisión es muy anterior al paro del 21 de noviembre. Estas son cosas que uno madura con el tiempo. He respaldado el paro, pero yo no soy el jefe del paro ni quien da órdenes, ni hay que estar con Robledo para estar ahí. El paro tiene una dirección de organizaciones gremiales en un Comité Nacional. Estaré pendiente atendiendo las orientaciones de un paro que está diseñado para que sea democrático y sin violencia.

No se puede desconocer el capital político del senador y excandidato Gustavo Petro. ¿Está abierta la posibilidad de un acercamiento con él?

Él ya es candidato a la Presidencia. No voté por él en las elecciones de 2018, porque que he tenido grandes desacuerdos. En Bogotá respaldé la candidatura de Claudia López y ahora hago lo mismo con su gobierno. Si por él hubiera sido, Claudia nunca debió ser alcaldesa y le ha declarado la oposición. Esos son los hechos que se presentan en la actualidad.

¿Qué viene ahora en la construcción de la plataforma?

Voy a seguir cumpliendo honradamente mis deberes como senador, pero también habrá una serie de conversaciones, reuniones y análisis que van a tener que darse con toda tranquilidad. No voy a salir a una cosa distinta a decir que quiero ser candidato y que estoy en el partidor.