“Tenemos una deuda enorme con la gente del campo”, Fabián Mesa

En su grado como ingeniero agronómico de la UT, Fabián Mesa acudió con botas pantaneras y con un cartel de compromiso por el campo. La imagen se viralizó. En entrevista, opinó sobre el rol de su profesión en la actualidad y la necesidad de construir desde lo social.
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Las ceremonias de grado suelen ser muy rutinarias. Por eso llamó la atención que usted decidiera asistir usando botas pantaneras y con un cartel de compromiso con el campo. ¿Qué quería comunicar con esto?

Para mí, la agricultura y la agronomía es el centro y el comienzo de cualquier sociedad. No obstante, nuestros campesinos y agricultores son personas poco reconocidas y muchas veces manipulados. Consciente del papel fundamental que cumplen en nuestra sociedad, decidí usar las botas de caucho como un gesto de respeto, admiración y humildad hacia ellos.

Mi intención también fue sensibilizar a los estudiantes que estaban ahí a punto de recibir su cartón, porque muchas veces se olvida de dónde venimos y que no nos olvidemos de que tenemos que hacer sociedad. Y también quería resaltar a los líderes sociales que a nivel nacional están siendo sistemáticamente asesinados. Los hemos dejado solos. Creo que era algo necesario decir.

En momentos de agitación social como los que vive el país, ¿desde la universidad qué tanto se está trabajando por esa premisa de ‘Construir sociedad por y para los campesinos’ de la que habla?

Es un tema muy complejo. A nivel político hemos crecido, pero todavía estamos muy enfocados en esa dirección de mercado y no tanto lo social. Siento que a medida que transcurra el tiempo, van a haber cambios. Lo que hice fue algo pequeño que buscaba generar un impacto y darle eco a ese propósito de trabajar por la sociedad. Hay un cambio, pero todavía nos falta mucho. Hay temores, nos amedrentan y existe una realidad del mercado que transforman a las personas.

¿Piensa que la formación en la universidad no está correlacionado con un fin social?

Lastimosamente existe un enfoque de ingeniero hecho para el comercio, el monocultivo, las grandes extensiones y el mercado. No critico lo que he aprendido, porque es este conocimiento lo que nos va a permitir ayudar, pero no ha habido un cambio de perspectiva. La ingeniería agronómica está pensada a partir de la seguridad alimentaria y, por lo tanto, se habla de producir alimentos a gran escala. Eso es lo que la universidad da al mercado y el pénsum está muy enfocado a lo que necesita una empresa. Las materias que nosotros vemos con respecto a lo social son apenas dos, de resto están orientadas a la gran escala del mercado. Es una crítica constructiva.

¿Cuál considera que es la deuda con el campo colombiano?

Es enorme. A veces ciento una frustración muy grande porque la gente minimiza mucho al agricultor y el acto mismo del crecimiento de una planta. Este país ha sido construido por la gente del campo. Sin el campo y los alimentos este país no funciona. La deuda que tenemos con ellos es inmensa, con el agravante de que hoy no le estamos invirtiendo ni aportando nada. Ojalá se siga actuando de una manera más responsable.

Nos quedamos muy cortos. Cada vez que tengo un contacto con un agricultor, porque he tenido la experiencia de trabajar en dos alcaldías, casi que no me siento moralmente autorizado para decirle haga esto o lo otro. Obviamente, uno da consejos con la intención de aportar y ayudar, pero siempre estoy abierto a captar todo lo que ellos quieren comunicar y expresar.

¿Cuál es el rol del ingeniero agronómico en la realidad del campo en la actualidad?

Siento que el ingeniero viene cometiendo un error grande al querer imponer algo. Si un agricultor lleva toda una vida sobreviviendo, llevando su cultivo y formando una vida, un ingeniero no debe llegar con imposiciones, sino que debe haber una comunicación constante con un aprendizaje recíproco. También debemos buscar que el campo tenga diversidad. No entiendo por qué a veces queremos cambiar todo un ecosistema.

El espacio es diversidad, debemos cuidar ese convenio entre diferentes plantas y buscar alternativas a ese manejo agronómico convencional, a ese monocultivo y a ese excesivo manejo de agroquímicos. Aunque no lo crean, nos estamos matando nosotros mismos con una cantidad de agroquímicos que consumimos a diario. Entonces ese compromiso del ingeniero de buscar alternativas y aprender al campesino.

¿Cómo se proyecta a futuro en el ejercicio de su profesión y materializar sus ideas?

Tengo en mente proyectos para hacer a nivel local. Creo que lo primero que debo hacer como ciudadano es tratar de hacer pequeños cambios.

En este momento no hay una viabilidad para hacer las cosas que tengo en mente, pero como ingeniero agrónomo buscaré una vinculación en una organización o una fundación o en cualquier lugar donde pueda replicar ese deseo de buscar alternativas al campo. Donde esté, haré lo posible por impartir, trabajar y hacer las cosas de la mejor manera para ayudar al campo. Trabajar en pro del campo.

Credito
EL NUEVO DÍA

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