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El representante a la Cámara Aquileo Medina solicitó a la Corporación Autónoma Regional (Cortolima) revisar la legitimidad del proceso de permiso otorgado a la empresa y asegurar que se estén desarrollando las actividades que señaló previamente.
El congresista refiere que la Alcaldía se encargó de reglamentar los usos de suelo del predio y certificó en enero de 2019 que su uso era compatible con el proyecto de Celsia, pese a que está ubicado en zona urbana, muy cerca de cinco barrios residenciales.
También recordó que Cortolima negó en principio la solicitud de Celsia, pero luego, al resolver un recurso de reposición, le fue otorgado, “desconociendo el clamor de la comunidad”.
Según Medina, aunque ya han pasado siete meses desde la tala, no se han adelantado acciones de compensación ambiental. Por esto, el congresista exhortó a la corporación a dar celeridad a la arborización, tanto en los barrios aledaños al predio como a las zonas retiradas a este.
Sobre esta controversia, Jorge Enrique Cardoso, exdirector de Cortolima, aseguró que es tarea de la autoridad ambiental monitorear que se cumpla con la compensación establecida, la cual señala que Celsia deberá sembrar 7.75 árboles por cada individuo talado, es decir, unos 4.000 árboles nuevos.
“La empresa necesitaba el despeje de la cobertura vegetal para poder recibir la energía solar. Pidieron el aprovechamiento de 607 individuos arbóreos. Desde luego, causa una afectación visual porque son árboles grandísimos, pero la compensación ambiental que se autorizó es de 19.20 hectáreas en predio La Trinidad”, afirmó.
El proyecto se construirá en el lote de 17 hectáreas donde funcionó la Compañía Colombiana de Tabaco y que está en desuso desde 1995. Este terreno es vecino de los barrios Centro, Betania, Betania Campestre y Saucedal.
Dato
En la planta se instalarán un total de 35.000 paneles, para generar 9,4 megavatios de energía limpia. Según ha explicado Celsia, con esta granja se dejarán de emitir 163.471 toneladas de CO2.
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