El de Ricardo Orozco fue un triunfo cantado. Con un grupo político fortalecido y varios años de experiencia pública, dejó atrás a políticos de carrera y fue elegido para dirigir el Tolima en un momento de dificultades financieras para los entes territoriales, permanente centralización y, sobre todo, desafíos a nivel a nivel territorial.

Entre otras cosas, su plataforma programática se sustentó en el mejoramiento de la educación en todos su niveles, la humanización de la salud, la internacionalización del Tolima, el mejoramiento de vías terciarias, la asociatividad y la búsqueda de mercados para la producción agropecuaria.

El hecho de que el alcalde Andrés Hurtado perteneciera a su mismo equipo político abrió las posibilidades de trabajo en equipo entre ambas administraciones para focalizar inversiones en Ibagué. Así se anunció: el Gobierno departamental estará a cargo de la construcción del Complejo Acuático y el Coliseo Menor de Ibagué, así como las dos primeras fases de la carrera 13.

Pero el efecto inesperado de la pandemia del Covid-19 obligó a Orozco, como a la mayoría de mandatarios, a redireccionar inversiones y definir nuevas prioridades cuando ya avanzaba la construcción del Plan de Desarrollo, el documento de planificación considerado como la hoja de ruta de cualquier gobierno.

De ahí que cualquier balance que se haga de su gestión, por prematuro que sea, debe incluir las acciones que ha tomado para prevenir y contener el avance de la pandemia dentro de la jurisdicción. De hecho, fue uno de los gobernadores en decretar el toque de queda ante la vacilación del Gobierno nacional en tomar medidas.

Algunos sectores de opinión y políticos consultados, incluso opositores a su Gobierno, le reconocen su talante a la hora de manejar la crisis, plantándose al presidente Iván Duque por decisiones que consideró equivocadas. Aunque se asegura que continúa bajo la sombra de su antecesor y jefe político, Óscar Barreto, el gobernador Orozco ha tenido maniobrabilidad propia.

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Tampoco ha estado exento de polémica. Tal como ocurriera con el alcalde Hurtado, ha sido blanco de cuestionamientos por presuntas irregularidades en las contrataciones adelantadas en la emergencia.

Hoy se le critican supuestos sobrecostos en los mercados que adquirió para asistir a la población vulnerable afectada por la pandemia y el contrato suscrito con León Gráficas para el desarrollo de una estrategia de comunicación está en la mira de la Contraloría General de la República. Aún no hay nada confirmado.

Al margen de esto y consciente del viraje que debe hacer a su trabajo por cuenta del impacto del coronavirus, el sábado pasado el Secretario General de la Gobernación, Santiago Barreto, informó que el Plan de Desarrollo “tendrá un enfoque especial para atender la crisis y aprovechar las lecciones aprendidas”.

Y aunque no estaba dentro de las cuentas, el gobernador Orozco advirtió desde ya que el hospital Federico Lleras Acosta, uno de los principales patrimonios de los tolimenses, al finalizar la crisis estará recuperado financieramente, con infraestructura renovada y más servicios para la comunidad.

Además, la sede Limonar, la cual estuvo en venta en el gobierno anterior, quedará habilitado como un hospital de neumología y, por otro lado, se contará con laboratorio de salud pública con tecnología de punta. Como es apenas obvio, esto implicaría que algunos proyectos quedarían desfinanciados. Está por verse.

Claros y oscuros

Por lo menos entre algunos dirigentes políticos consultados, existe consenso en que el gobernador Orozco ha actuado con prudencia en su gobierno y algunos resaltan aciertos.

La representante conservadora Adriana Magali Matiz fue enfática en decir que cualquier balance de ejecución debe medirse frente a la crisis y los resultados se conocerán al final.

“El virus modificó la hoja de ruta de las administraciones y estas viven el día a día tratando de equilibrar el riesgo en salud con la situación económica. En esto se va a pasar el gobierno los próximos meses hasta que no se encuentre una cura. Pienso que el Gobernador ha sido oportuno en la toma de decisiones y ha implementado acciones estrictas como el mejoramiento del servicio del hospital Federico Lleras, la reapertura de la sede Limonar y la inversión en el Laboratorio de Salud”, dijo.

El diputado Marco Emilio Hincapié, de Decentes, destacó el aumento de las transferencias a Indeportes y, en cuanto a la pandemia, indicó que Orozco “ha tenido los pantalones” para refutar decretos del orden nacional que no eran viables para la región. Agregó que es ahora cuando los parlamentarios deben apoyar y lograr ayudas para el departamento.

“Ahora, el Plan de Desarrollo debe ir enfocado a los 17 objetivos de desarrollo sostenible. Tenemos que mirar el fin de la pobreza, la paz, la justicia, la equidad, la redistribución del ingreso y dignificar la labor de nuestros campesinos, porque si algo nos ha dicho la pandemia, es que el futuro está en la producción de los alimentos y el campo”, señaló.

Por su parte, el diputado liberal Carlos Reyes, uno de los miembros de la oposición, dijo que Orozco ha actuado con prudencia y ha jugado un papel importante en orden nacional en la actual coyuntura, pero le recomendó asesorarse mejor jurídicamente porque -según dijo- ha venido cometiendo algunos errores.

“El Gobernador, a diferencia del Alcalde, es hombre prudente. Ahora mismo veo que debe rodearse de mejores asesores y creo que le falta definir las líneas de acción de su gobierno. Con esta situación, reafirmo que el desarrollo social de los tolimenses debe ser el eje del gobierno. Pero también le debe exigir al Gobierno nacional mayores recursos para que nos ayude a reactivar económica el departamento”, expresó.

Entre tanto, el diputado conservador Gerardo Yepes aseguró que el mandatario ha sido incluyente y ha estado lejos de cualquier sectarismo. Para él, el fortalecimiento de la salud en el departamento debe ser la línea gruesa de trabajo de ahora en adelante.

“Hemos observado a un gobernador de carácter y sensible, que ha adoptado sin temer las medidas pertinentes. Viene haciendo grandes esfuerzos y creo que hay que direccionar las inversiones a mejorar el sistema de salud del Tolima”, acotó.

Siendo médico de profesión, el diputado Carlos Ramírez, del Mira, calificó de favorable el trabajo del Gobernador. Destacó dos cosas: el aumento de recursos para el deporte y las inversiones en el sector salud, aunque precisó que hay un reto en fortalecer a los hospitales de segundo nivel.

“A futuro, veo que el Plan de Desarrollo tiene que cambiar su horizonte para seguir apoyando la salud y, al tiempo, fortalecer la economía que quedando muy golpeada. Debe tener un vuelco y dejar a un lado algunas obras de infraestructura, para tener un mayor impacto social y económico para los tolimenses”, puntualizó.

Dato

A través de una sesión virtual, el Gobernador del Tolima realizará la rendición de cuentas de sus primeros 100 días el próximo 16 de abril.