“El año escolar lo gana quien salga vivo de la pandemia”

Crédito: Suministrada - EL NUEVO DÍA
William Polo, presidente del Sindicato de Maestros del Tolima, dijo que la posibilidad de modificar los calendarios académicos puede ser un buen escenario para continuar con el proceso educativo en 2020. Habló de retos de la virtualidad y posible deserción.
PUBLICIDAD

¿Cuál es la realidad de la educación virtual en el Tolima en tiempos de pandemia?
El problema de fondo, aunque suena reiterativo, es el mismo de siempre: no hay plata para educación. Ese abandono estructural es el que no permitió reaccionar de la mejor manera en la emergencia. Nos enfrentamos a un escenario de cero conectividad y hay estudiantes que no han recibido el material de trabajo que se sacó hace cerca de tres semanas. Pero pensábamos que el problema fundamental lo teníamos en el sector rural y resulta que en Ibagué entre un 40% y 50% de los niños de los colegios públicos no tienen acceso a internet, con el agravante de que la situación económica no permite comprar computadoras o cualquier otros dispositivo.

¿La radio y la televisión son alternativas para fortalecer el proceso educativo?
Estamos de acuerdo con que es importante reactivar la televisión y la radio educativa, pero son un complemento y no una respuesta estructural de fondo a las necesidades que tienen los niños para sus procesos de acompañamiento. A través de esos medios podemos escuchar y ver, pero no podemos interactuar, que es lo que ofrece una virtualidad con todas las condiciones o la presencialidad en un aula de clase. Creemos que la solución es generar unos procesos de solución directa.

¿En qué consistirían esos procesos?
Se trata de no decidir las cosas desde el escritorio. El Presidente se reúne con la Ministra de Educación y ella con sus funcionarios, pero no lo hacen con la gente. Apoyándonos en voces de expertos en educación como Julián De Zubiría, Marco Raúl Mejía o Francisco Cajiao, hemos hecho un llamado al Gobierno para que se reúna con los maestros, para generar un proceso de construcción colectiva de lo que sería un nuevo currículo y las necesidades que tienen las comunidades educativas en cada región.

¿Qué opina de la flexibilización que propuso el Ministerio de Educación con el decreto 660, que permite modificar los calendarios académicos?
Esa es una respuesta interesante. Actualmente tenemos que manejar 40 semanas de actividades académicas, pero no se han podido cumplir. Eso significa que este año los niños no van a tener el mismo proceso de formación y no se les puede exigir los mismos resultados que en otros años. Toca hacer una redistribución de las semanas académicas, pero eso depende de cuándo va a terminar el aislamiento. Y ahí viene un problema más complejo: los protocolos para retornar.

A propósito, ¿cuáles son las condiciones de salubridad en las instituciones educativas?
Hay varias situaciones que el Gobierno no ha respondido. En cuanto a protocolos, el mínimo de distanciamiento entre una persona y otra debe ser de 1.5 metros. Eso quiere decir que un salón de clases grande de 40 metros cuadrados no alcanza a haber 14 niños por aula, cuando tenemos grupos de hasta 50 niños. Y respecto a la planta física, hay sedes que no tienen baterías sanitarias ni lavamanos y el Gobierno le está diciendo a las instituciones que con los pocos recursos de gratuidad se compre el jabón y demás implementos de aseo. Ahora, no sabemos cómo tendría que ir vestido el profesor.

¿Qué impacto tendrá la pandemia en la deserción?
El Tolima arrancó 2020 con el 3.9% de deserción escolar, teniendo en cuenta que unos 6.000 niños que estaban matriculados el año pasado no llegaron este año. Con la incertidumbre actual, en la que hay niños sin recibir material o tienen dificultades con la señal, los estudiantes pueden abandonar el proceso. Por eso la decisión de transformar el calendario es interesante. Si es bien llevado, nos permitirá revisar la posibilidad de que al niño se le reconozca lo que haga o inclusive lo que no haya hecho. Aunque suene salido de tono, lo hemos dicho de esta manera: el año escolar lo gana quien salga vivo de la pandemia, porque no hay condiciones para estudiar. Ahora la prelación es conseguir comida para los niños.

¿Y los profesores qué tan preparados están para la virtualidad?
Es un tema complejo. Está el grupo de maestros que, por su misma edad, están al día con el uso de las TIC y la formación virtual, y está el grupo de profesores con edades desde los 50 años hasta los 67. Diría que hay un 70% del magisterio que cuenta con habilidades y destrezas en la virtualidad, mientras que un 30% tiene dificultades. El Gobierno debería definir una política de formación virtual para docentes que, al margen de la pandemia, se convierta en una herramienta que complemente el aprender.
 

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios