Las duras controversias que protagoniza el exfiscal Eduardo Montealegre

Crédito: COLPRENSA - EL NUEVO DÍAEduardo Montealegre, exfiscal General de la Nación.
El jurista ibaguereño arremetió esta semana contra la periodista Vicky Dávila y el fiscal Francisco Barbosa por un caso de supuesto tráfico de influencias. Sin embargo, no es la única polémica en la que está involucrado.
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Desde que salió de la Fiscalía General de la Nación, el abogado ibaguereño Luis Eduardo Montealegre ha estado involucrado en algunas controversias, pero especialmente una se ha llevado la atención en el último año: sus fuertes acusaciones al expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez.

Ocasionalmente, cuando se genera un pronunciamiento, una acción judicial o una publicación noticiosa en su contra, Montealegre hace largas declaraciones en las que se defiende. La más reciente se dio este martes, al divulgar un comunicado, con el título ‘Breve historia de una bufona’, en la que arremete contra la periodista Vicky Dávila.

El escrito es una dura respuesta a la más reciente columna de Dávila, en la que publica una serie de audios que supuestamente evidenciarían un tráfico de influencias de Montealegre para evitar que en 2014 fuera capturado el empresario Luis Gallo, entonces señalado por concierto para delinquir agravado, lavado de activos y desplazamiento forzado.

En las grabaciones, la fiscal Sonia Velásquez, por entonces delegada ante los jueces penales del circuito y adscrita para la Unidad de Análisis y Contexto, rechaza una petición de su jefe, la fiscal Gina María Cabarcas, para que no hiciera efectiva la detención contra el poderoso empresario y, más bien, lo citara a indagatoria. Según se escucha, se trataba de una orden directa de Montealegre.

Por este caso, que tiene como principal investigado al exdirector de la Policía Nacional, general (r) Rodolfo Palomino, la semana pasada la Fiscalía Octava Delegada ante la Corte Suprema de Justicia compulsó copias para que se investiguen las actuaciones del exfiscal  Montealegre y su exvicefiscal José Fernando Perdomo.

Además de pedir verdad y justicia por estos hechos, Dávila recuerda los cuestionamientos que se le hicieron durante su periodo a Montealegre, y afirma que el exfiscal, durante una audiencia en el proceso contra el expresidente Uribe por falsos testigos, en el que se declaró víctima, hizo el ‘oso’ con “teorías del derecho bastante traídas de los cabellos”.

 

La arremetida

Con todo esto, Montealegre aseguró en su comunicado que Dávila “mientras da lecciones de ética pública, en la sombra presiona funcionarios para que tergiversen la verdad y, acomoden la justicia a sus intereses de ‘periodista’ en trance de amarillismo. Ella intentó que la Fiscalía -en mi época- profiriera decisiones contrarias a la ley, para involucrar falsamente al general Palomino -un hombre honesto- en delitos que nunca cometió”.

El exfiscal aseguró que su supuesta interferencia en la captura de un empresario acusado de graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario es una “mentira monumental” y que, por el contrario, durante su periodo se investigó la “connivencia de los ricos con el paramilitarismo”.

“El caso de Luis Gallo fue emblemático: un hombre del establecimiento, haciendo una inmensa fortuna con el desplazamiento forzado de humildes campesinos en Córdoba. Me opuse a su captura, porque era inconstitucional, arbitraria: no era posible ordenar su aprehensión, cuando era viable citarlo, previamente, a indagatoria. Algo elemental, en un proceso penal democrático”, refutó.

Entre sus críticas también incluye al fiscal general Francisco Barbosa, de quien dijo que es un “hipócrita” que sigue las órdenes del Ubérrimo (la finca del expresidente Uribe) y la Casa de Nariño (sede de trabajo del presidente Iván Duque). También aseguró que la compulsa de copias en su contra es “arbitraria” y enfatizó que no se dejará intimidar.

“El Fiscal general -como gran titiritero- ordenó compulsarme copias, como retaliación por mi presencia -víctima- en el proceso contra Álvaro Uribe. Está disgustado. No existe ningún acto indebido de mi parte; no he cometido ningún delito; ningún acto de corrupción. Afirmo categóricamente: la solicitud de investigación contra mí es un prevaricato. Está orquestada desde el Ubérrimo. No me queda duda”, dijo.

Montealegre además le advirtió que las omisiones en las investigaciones de crímenes de guerra y lesa humanidad, como las de Uribe, lo pueden convertir en encubridor de delitos de la Corte Penal Internacional.

Al final, vuelve a cuestionar a la periodista Dávila: “Olvida también la predicadora de la falsa moral que mi administración llevó a juicio –por primera vez en Colombia- a un empresario de alto nivel -Luis Gallo- por delitos cometidos en el conflicto armado. Yo sí tuve la entereza de desenmascarar sus crímenes de guerra, no como Victoria Eugenia, que guarda silencio ante los delitos de lesa humanidad de los poderosos vinculados con el narcotráfico y cercanos a su familia (el tenebroso clan Gnecco). Mientras yo acuso, ella calla”.

 

Peleas y polémicas

En marzo de 2012, después de sonar como ministro de Justicia en el gobierno del expresidente Ernesto Samper y tras ello asumir la defensa jurídica de Saludcoop EPS,  Eduardo Montealegre se consagró como Fiscal General, sin embargo, llegó con una sombra en su espalda que lo acompañó durante los cuatro años.

La defensa jurídica y la asesoría que le brindó en su momento a la promotora de salud, le sirvió al exfiscal para tener un manto de imparcialidad en cuanto a las investigaciones que se pudieron surtir desde el búnker de la Fiscalía, frente al desfalco de más de un billón de pesos, y de los cuales surgió una denuncia por cuenta de la excontralora Sandra Morelli, quien lo señaló de recibir $5000 millones.

Con este señalamiento encima, su imagen se vio afectada porque además se mencionó que, supuestamente, Montealegre recibió honorarios después de ser nombrado fiscal, sumado a no adelantar desde esa entidad alguna investigación a profundidad contra esa EPS.

Si bien, su labor fue elogiada por algunos académicos, también fue duramente criticada por sectores políticos, como el Centro Democrático. Y es que precisamente con el uribismo ha tenido algunos de sus mayores pleitos. Por ejemplo, por las masacres ocurridas en El Aro en 1996 y La Granja en 1997, Montealegre y Jorge Perdomo denunciarán ante la Corte Suprema de Justicia al expresidente Uribe.

En el documento base de la denuncia señalan que “a pesar de que Álvaro Uribe (como Gobernador de Antioquia) conocía que estas poblaciones estaban bajo riesgo de ataque, no tomó las medidas necesarias y efectivas, para evitar las atrocidades que allí ocurrieron”.

Por otro lado, a inicios de septiembre, Montealegre y Perdomo se declararon como víctimas en el proceso que se sigue contra el expresidente por supuesto soborno de testigos. En ese momento, los dos juristas manifestaron que se oponían a la libertad de Uribe, entonces detenido, porque consideran que es un peligro para la sociedad y porque tiene la capacidad de obstruir la administración de justicia.

Según los exfiscales, a lo largo de su carrera política, Álvaro Uribe ha cometido delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra y para lograr la impunidad de esos hechos ha obstaculizado la administración de justicia, con el uso de testigos falsos, fraude procesal y abuso de poder, entre otras conductas.

Por su parte, a Montealegre lo han vinculado con el escándalo judicial denominado como el ‘Cartel de la toga’. Por esto, el representante uribista Edward Rodríguez, de la Comisión de Acusaciones, ordenó en 2019 una apertura de investigación en contra del exjefe del ente acusador por considerar que está involucrado en ese caso de corrupción.

Sobre Montealegre, el representante Rodríguez manifestó en su momento que junto con Jorge Perdomo, quien era su segundo en la Fiscalía, estuvo inmerso y tuvo conocimiento de todo lo que sucedía en la Corte Suprema de Justicia alrededor de este tema que hizo temblar a la Rama Judicial.

Además de esto, la periodista Vicky Dávila mencionó en su columna: “Fue en ese cuatrienio que explotó el polémico escándalo del hacker en plena campaña de reelección de Juan Manuel Santos. También fue muy criticado el doloroso caso del secuestrado Sigifredo López, capturado injustamente como supuesto cómplice de las Farc. También están pendientes las acusaciones de la condenada fiscal Hilda Niño sobre la supuesta persecución desde esa fiscalía contra el expresidente Álvaro Uribe y su hermano Santiago”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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