Ese día, la Fiscalía iba a continuar con la presentación de sus testigos dentro de la etapa de juicio oral, pero el abogado Zea Trujillo solicitó ser reconocido como víctima dentro del proceso, en representación de una desconocida veeduría que apenas se conformó el pasado 12 de noviembre y que, al parecer, no está legalmente constituida.

A la petición tardía se opuso la delegada de Fiscalía, advirtiendo, entre otras cosas, que la intervención de Zea a estar alturas “entorpece” y “frena” la celeridad que se le está dando al caso, más aún si se tiene en cuenta que el proceso prescribe en octubre del próximo año y, como ha pasado en muchas ocasiones, la capacidad de justicia quedaría en entredicho.

Al final, el Juzgado Segundo Penal del Circuito suspendió la audiencia bajo el argumento de que debía estudiar el grueso paquete de normas y pronunciamientos jurídicos que citó el abogado Zea para sustentar su misteriosa solicitud y reprogramó una nueva diligencia para el próximo 22 de enero a partir de las 9 a.m.

Con las suspicacias alrededor de su repentina aparición, el abogado Zea negó que tenga algún interés en sabotear el proceso, pues ni siquiera conoce al mandatario ni le consta que se estén haciendo acuerdos clandestinos. Según dijo, no le presta atención a las críticas, en las que incluso lo trataron de “vendido”.

“No conozco a ese Alcalde y si fue alumno en la Cooperativa, de pronto, fue en Ingeniería Civil, porque fui profesor en ese programa, pero no conozco ese man ni le estoy haciendo el favor a ninguno y mucho menos prestarme para eso. Hice una postura muy seria, me contrataron. Yo miro cómo manejo mi situación y si hay otras cosas por debajo de cuerda, estoy sano en eso, pero si me van a utilizar de idiota útil es otro cuento”, afirmó el jurista.

El abogado dijo que fue contratado para que fungiera como apoderado de la veeduría ‘Vigilancia y control posterior de la función pública y manejo de recursos públicos del aeropuerto de Ibagué’, organización que tiene que como representante legal a Briyith Alape Soto y a Erika Lizeth Céspedes Mejía como suplente.

“Primero que todo no hago política; segundo, no voy a exponerme a un problema judicial si no tuviera fundamentos y, tercero, estuve averiguando algunas cosas de las personas que me contrataron, porque la veeduría no la cree yo”, afirmó Zea.

Lea también---> Nueva dilación: suspenden audiencia contra Hurtado por peculiar solicitud de veeduría

¿Quién es el abogado?

Efraín Zea pasó del anonimato a la figuración pública al participar en uno de los casos judiciales que más llama la atención, pero pocas cosas se conocen de él. Según fuentes del Palacio de Justicia, ejerció la docencia universitaria, tiene amplia experiencia como litigante y es habitual verlo en establecimientos de bebidas.

Sobre esta última referencia, mencionada en la edición de este miércoles, Zea buscó al periódico El Nuevo Día para señalar que el consumo de alcohol no tiene nada que ver con su trayectoria y logros profesionales.

“No lo niego: tomo trago, soy hombre, soy una persona muy social, tengo amigos en Ibagué. Me tomo unas cervezas así sea en una esquina como puede ser en el bar más caro de Ibagué”, dijo.

En medio del diálogo, se ufanó de ser un penalista notable que en 20 años como profesor de la Universidad Cooperativa tuvo como alumnos “a la mitad de los abogados de Ibagué”, incluida la fiscal que lleva el proceso contra el alcalde Hurtado.

También dijo que ha estado a cargo de algunos de los casos más importantes de la ciudad y que está al mismo nivel de Humberto Escobar, abogado defensor del mandatario, y el exfiscal General Mario Iguarán.

Lea también --> Testigo asegura que Hurtado la removió por denunciar 'piques'

Frase

"No me estoy prestando para nada y si me estuviera prestando, pues eso es una cosa que digan los demás, una cosa es mi conciencia como profesional".