¿Está buscando un renglón en la lista a la Cámara?

Mi nombre está a disposición no solo del uribismo sino de todos los tolimenses. Tengo la fortuna de que casi 11.000 personas en el departamento me dieron la posibilidad de volver a la Asamblea a seguir siendo garantía. Le hemos aportado al Tolima con proyectos de ordenanza, pero sin duda uno va cerrando ciclos y quisiera seguir contibuyéndole al Tolima con proyectos de ley en el Congreso si los uribistas y en general los tolimenses me lo permiten. Todo depende de la voluntad popular.

Es sabido que la decisión debe pasar por la consideración del expresidente Álvaro Uribe. ¿Ha hablado con él al respecto?

En un diálogo privado con el presidente Uribe le manifesté que ya tenemos una madurez política mayor que nos permite analizar el departamento y el país con más posibilidad de aportar a la generación de soluciones. Por lo  tanto, también le dije que me permitiera hacer el ejercicio al Congreso si la decisión de la comunidad y el uribismo era positiva. Él me respondió que sin duda contaría con el respaldo del partido.

Teniendo en cuenta que la lista debe tener una conformación paritaria, hay tres renglones para cuatro hombres que aspirarían a la Cámara. ¿Quién quedaría por fuera?

Estatutariamente, quienes tenemos credencial en el partido nos ampara una prelación. En ese sentido, cómo negarle el aval al representante Ricardo Ferro, que tiene más que merecido un derecho propio, o cómo negarle el aval a los diputados actuales. Esperamos que queden los mejores candidatos para que sea una lista muy fuerte que le dé al Tolima la posibilidad de tener dos representantes por el partido.

Pero esa definición de candidatos parece difícil. Más que en otros partidos, en el Centro Democrático abundan las asperezas entre sus militantes...

Hay una impresión errónea. En todos los partidos hay diferentes posturas a su interior. Las organizaciones se componen por seres humanos, que piensan de manera diferente por naturaleza, pero que son capaces de actuar en unidad. El partido ha demostrado una homogeneidad cuando hemos tenido que enfrentar las presidenciales o el mismo plebiscito. Las diferencias son válidas, pero no reflejan la esencia del partido que fue fundado e inspirado en Álvaro Uribe Vélez.

Cambiando de tema, ¿qué valoración hace del arranque del plan de vacunación en el Tolima?

Hoy por el Departamento no saca la cara el Gobernador sino el secretario de Salud, Jorge Bolívar, quien ha sido un muy buen funcionario, porque tiene sensibilidad social y se esmera trabajando 24 horas al día. Ahora, le hice un llamado respetuoso al Gobierno nacional para que supervise la cadena de frío de las vacunas, y al Gobierno local para que esos biológicos cumplan los requisitos antes de comenzar la aplicación y no salga peor la cura que la enfermedad. Todos estamos aprendiendo de la pandemia, no estamos exentos de cometer errores, pero debe haber mayor posición de garantes de los gobiernos nacional y departamental para las salvar vidas en la pandemia.

Su pedido para que se suspendiera el Panamericano de Patinaje llamó la atención, porque ese evento generó ingresos hoteleros y dinamizó en alguna medida la economía. ¿Usted se opondría a los demás certámenes deportivos que tendrían sede en Ibagué?

No me opongo a los eventos, me opongo a la improvisación. Se debe generar un mayor protocolo de bioseguridad frente a los diferentes eventos que se hagan. Si no hay un porcentaje significativo de vacunados, se está sometiendo a un riesgo considerable a la población del departamento y a quienes vengan a enfrentar competencias masivas. Eso es como entregarle al asesino un revólver con cuatro tiros y esperar que no dispare. Tenemos que ser más conscientes. También hay que hacer un estudio minucioso de si realmente el Panamericano generó impacto económico frente a los más de $2.500 millones que gastaron los gobiernos departamental y municipal.

Se acabó de sancionar la ordenanza de su autoría que crea el Foro de Seguridad anual. ¿Por qué consideró necesario que en el Tolima se realizara ese evento?

Porque en el Tolima hay un desgobierno en seguridad. El exgobernador Óscar Barreto y el gobernador Ricardo Orozco, que es lo mismo, a veces han sido proclives a la inseguridad. Después de ser ‘mano dura y corazón grande’, al exgobernador Barreto lo vimos desfilando y tomándose la foto con un bandido como alias ‘Donald’, como si fuera su mejor aliado. La seguridad se ha ido deteriorando y no es un asunto de percepción. Pasamos de ser un departamento que servía de ruta del narcotráfico a ser consumidor y sembrar marihuana y coca en diferentes municipios del sur del Tolima.

La Policía hace el esfuerzo, pero si el Gobernador no funge comandante de la Fuerza Pública, pues la inseguridad toma fuerza, como ocurre en el caso de Ibagué, una de las ciudades más inseguras del país. Un Alcalde improvisando a punta de shows mediáticos no va a reducir los delitos. Por eso esta ordenanza va a permitir que el último jueves de cada año se reúnan todas las entidades sociales y de prevención a trazar acciones integrales conjuntas que nos permita tener un plan de acción para combatir, reducir y prevenir el delito.