‘Si los políticos tradicionales no cambiaron, hay que cambiarlos’

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍA
En su reciente visita a Ibagué, el representante David Racero habló con El Nuevo Día sobre el ‘Pacto Histórico’, una alianza de sectores alternativos que busca renovar el Congreso y alcanzar la Presidencia en las elecciones de 2022, porque “el país tocó fondo”.
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¿Qué es y qué busca el llamado ‘Pacto Histórico’?

El ‘Pacto Histórico’ es la gran iniciativa que surgió con algunos movimientos y partidos alternativos, sobre la base de acuerdos fundamentales, para transformar este país en 2022. Tenemos un mensaje a la ciudadanía: si los políticos tradicionales no cambiaron, hay que cambiarlos a ellos. Este no es solo un pacto entre políticos sino entre los ciudadanos, las organizaciones sociales, las personas independientes, los indignados que ya saben que este país tocó fondo y que la única manera de salir es sacar a los políticos tradicionales del Congreso y el Gobierno.

 

Teniendo en cuenta el origen diverso de cada sector político, ¿qué tan complejo está resultando construir un proceso sólido de unidad de cara a las elecciones?

Esta vez hay una mayor claridad, grandeza y madurez de los líderes alternativos, pero creo que la unidad no se va a construir por las fotos que se tomen los políticos sino por la unidad de la gente. En mis visitas al suroccidente del país me encuentro una necesidad de cambio en la calle y no creo que para las próximas elecciones la ciudadanía vuelva a caer en el truco de ‘el que diga Uribe’, con el desgobierno que tenemos con Iván Duque. La unidad pasa por los mismos ciudadanos en las calles y los hogares, que van a exigirle a los políticos que se unan para cambiar el país.

 

La pelea de hace un par de semanas entre los senadores Armando Benedetti y Gustavo Bolívar denota las tensiones internas del Pacto. ¿Ya determinaron la forma en la que van a dirimir los desacuerdos presentes y futuros?

Como somos respetuosos de la diferencia, esas discusiones se van a dar constantemente. Seríamos antidemocráticos sí más bien impusiéramos una visión de país o alguien tuviese la última palabra sin la oportunidad de que otros pudieran plantear sus visiones de lo que puede ser el ‘Pacto histórico’. Hubiera preferido que ese hecho no se hubiera tramitado de manera tan abrupta en redes, pero la grandeza que tenemos los líderes alternativos en este momento es entender que la causa colectiva es más importante que los egos personales. Cada día nos estamos sumando más y vamos por buen camino.

 

¿Cómo avanza la construcción del ‘Pacto Histórico’ en el Tolima? ¿Ya hay candidatos?

De candidaturas del Tolima no hemos hablado. Seguramente hay varios nombres, pero en este momento estamos hablando de los acuerdos, los compromisos éticos e ideológicos y la agenda programática. Antes de hablar de nombres, hablamos del programa. En lo personal, estoy haciendo una gira a nivel nacional queriendo aportar a esa lista al Senado en la que tenemos que llegar más jóvenes, más mujeres, más gente decente a renovar la política. En Ibagué, los ciudadanos están cansados con el alcalde Andrés Hurtado. Lo que le pedimos a la ciudadanía es que no olvide los partidos que lo apoyaron y, en general, que no olviden a qué partidos pertenecen esos políticos tradicionales de los que nos quejamos. Sin cambio de pensamiento, sentimiento y corazón no va a haber cambio político en el país.

 

En una columna reciente, el analista político Héctor Riveros calificó de inconveniente la pretensión del Pacto Histórico de conseguir las mayorías en el Congreso porque pondría en riesgo el sistema de controles y, en consecuencia, avalarían iniciativas sin mayor discusión en un eventual gobierno de Gustavo Petro. ¿Qué opina de esa lectura?

Que es infundada, porque las mayorías del ‘Pacto Histórico’ son deliberantes, dialogantes y racionales. En cambio hoy tenemos mayorías clientelistas, que no le discute absolutamente nada al Gobierno y que, más bien, parece su notario, porque aprueba todo sin ningún tipo de espíritu crítico. Nosotros estamos hablando de la necesidad de reformar y renovar el Congreso para que los que lleguen estén pensando en la gente y no en su bolsillo.

En este Congreso actual la única ley que impera es la ley del embudo: lo ancho para ellos y lo angosto para uno. Es necesario tener un Congreso diverso, multifacético, multirregional, pero, sobre todo, deliberante y que pueda asumir su rol republicano de ser uno de los pilares del poder, no un actor servicial del Ejecutivo.

 

¿El partido Comunes, integrado por excombatientes de las Farc, podría llegar al Pacto?

Los Comunes no llegarán porque, por derecho propio, según los Acuerdos de La Habana, tienen sus cinco representantes y cinco senadores. Entonces no tendría sentido que ellos participen en la coalición. En el Congreso nos encontramos y compartimos la agenda de paz, pero, en lo personal, creería que de manera estratégica en las elecciones debemos estar por separado.

 

¿Es partidario de que el ‘Pacto Histórico’ y la ‘Coalición de la Esperanza’, que es de centro, converjan en algún momento?

Completamente partidario. Es que los que han puesto los vetos son ellos. No entendemos cómo algunos que se llaman democráticos colocan vetos. Eso es un contrasentido y el país se está dando cuenta de la contradicción que eso conlleva. Nosotros seguimos extendiendo la mano y el brazo para decirles ‘bienvenidos’, porque sabemos que la situación del país amerita un gran gesto de unidad y grandeza de los líderes para reconstruir este país de la crisis.

 

Usted interpuso una denuncia por injuria y calumnia contra su colega representante Ricardo Ferro porque, según su queja, relacionó a la Colombia Humana y el senador Gustavo Petro con grupos terroristas. ¿En qué va eso?

El proceso judicial está andando. Me ratifico: el señor Ferro, de manera demagógica e irresponsable, nos ha atacado repetidamente a los militantes y simpatizantes de la Colombia Humana llamándonos terroristas y guerrilleros. Le he dicho que muestre las evidencias y pruebas o que deje de ser tan irresponsable. A mi modo de ver, el proceso va a salir a mi favor y tendrá que retractarse públicamente de lo dicho. Estamos cansados de que el Centro Democrático acuda al miedo, las falacias y las mentiras.

 

Ustedes han dicho que el frustrado proyecto buscaba prorrogar el periodo del presidente Iván Duque tenía como fin último cerrarle la posibilidad al senador Petro. ¿Cree, como han dicho algunos, que lo intentarán de nuevo?

Extender su mandato sin apelar a la votación popular se llama dictadura, aquí y en Cafarnaún. Pueden hacer todas las argucias para cambiar las leyes y la Constitución, pero eso es una dictadura, porque es perpetuarse en un poder de manera ilegítima cuando el ciudadano no se lo ha dado. Es cambiar las reglas del juego cuando estamos hablando de elecciones. Lo que se evidencia de manera contundente es el temor que tienen ante la creciente favorabilidad de Gustavo Petro, mientras que ellos, por el contrario, están en decadencia con un proyecto del pasado que no le ofrece nada al país.

 

¿Rescata algo del Gobierno de Iván Duque?

Es muy difícil. En la pandemia se hizo evidente su incompetencia y fracaso. Por ejemplo, Colombia fue de los últimos países en comprar vacunas y el proceso de aplicación es lento. Eso no lo decimos nosotros. Entidades de reconocimiento internacional asociadas a la OMS han presentado estudios en los que se evidencia que Colombia es uno de los peores países en el manejo del covid-19. Siempre estamos en los últimos renglones. Eso no es un asunto de la oposición o de la izquierda, son los hechos y los colombianos lo viven día a día.

Credito
EL NUEVO DÍA

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