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Con un plantón, el Sindicato de Maestros del Tolima (Simatol) adelantó ayer una jornada frente a las instalaciones de la Alcaldía de Ibagué para exigir condiciones sanitarias, pedagógicas y de bioseguridad en la implementación de la alternancia, modalidad que, según indicó el alcalde Andrés Fabián Hurtado, está funcionando en un 100% para junio.
“Nos preocupa lo que plantea el alcalde. Eso es muy complejo, porque creemos que debe haber un proceso de consenso entre la comunidad, porque quienes van a volver a la clase no es el funcionario del Ministerio o la Secretaría sino el niño y hay que saber cuáles son las condiciones de ese menor y la sede donde va a iniciar”, dijo William Polo, presidente de Simatol.
En concreto, los maestros aseguraron que tanto en Ibagué como en los demás municipios del Tolima faltan condiciones sanitarias y de bioseguridad para salvaguardar la vida, pues buena parte de las sedes educativas no cuentan con elementos como lavamanos, baterías sanitarias, tapabocas, buena ventilación y espacio para mantener el distanciamiento físico.
De hecho, según contó el dirigente sindical, de los $400.000 millones que destinó el Ministerio de Educación para adecuar instituciones, en el Tolima apenas se han ejecutado $3.140 millones de los $9.235 que tiene a disposición y, para el caso de Ibagué, solo $451 millones se han invertido de los $2.805 con los que cuenta. Es decir, 34% y 16%, respectivamente.
Según dijo Polo, en Ibagué hay siete sedes que ya implementaron la alternancia y en el Tolima hay 40 aprobadas por la Secretaría de Educación. Con esta situación, Simatol insistió en la propuesta de la conformación de una comisión de verificación que se encargue de revisar y acreditar que una institución educativa sí cumple con las condiciones sanitarias y de bioseguridad para retornar a las aulas.
En esta comisión deben tener asiento las secretarías de Salud y Educación, los sindicatos, los representantes de los consejos directivos de las instituciones y los delegados de la Personería, la Defensoría del Pueblo y el Bienestar Familiar.
Polo también señaló que la vacunación para los maestros comenzaría en dos o tres meses, según el Plan Nacional de Vacunación. Por otro lado, indicó que también está pendiente realizar una modificación del plan de estudios y la forma de evaluar.
“Si reduzco el tiempo que el niño va a permanecer en la escuela también tengo que definir si voy a disminuir los periodos de clase o si voy a turnar las áreas. Igualmente tengo que revisar los procesos que voy a desarrollar y definir un nuevo sistema de evaluación. Es decir, debo cambiar el proyecto educativo institucional, el plan de estudios y los criterios de evaluación. Ese componente pedagógico debe concretarse antes de comenzar el proceso para que tenga una certificación por parte de las secretarías de educación”, dijo.
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