El significado político de Marta Lucía Ramírez como canciller

Crédito: Colprensa / EL NUEVO DÍAMarta Lucía Ramírez con el presidente Iván Duque.
El partido Conservador se quedó sin una fuerte precandidata a las presidenciales del próximo año.
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El miércoles, minutos después de que estuviera a las afueras de la Casa de Nariño en compañía del presidente Iván Duque al anunciar su designación como nueva Canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en el que expresaba que por encima de los intereses políticos personales estaban los intereses de la Nación.

“¡Colombia está primero! Ningún interés personal por encima del país y su dignidad. Asumo el liderazgo de la política exterior como Vicepresidenta y Canciller, para consolidar reconocimiento y cooperación internacional en defensa de la democracia y grandeza de los colombianos. Con el Presidente @IvanDuque, seguiremos haciendo de Colombia un referente en cada escenario internacional, por nuestra solidez institucional, empresarial y el mejoramiento social”, fue lo que escribió la hoy vicepresidente y canciller.

Y es que para Ramírez aceptar ese nuevo encargo le significó cerrar casi que definitivamente un anhelo que tenía desde hace poco más de siete años: ser la primera mujer presidente de Colombia, y de ahí que aspiró en 2014 quedando de tercera en la primera vuelta presidencial, con más de 2 millones de votos, y en 2018, en la consulta interperpartidista de la derecha fue la segunda luego de Iván Duque, lo que le significó ser la compañera a la Vicepresidencia de la República.

Ramírez hasta hace pocos meses tenía un panorama muy claro para ser candidata presidencial. En diciembre aparecía en el grupo de posibles candidatos de la derecha junto a Carlos Holmes Trujillo, pero en enero, ya con el fallecimiento de Trujillo, su nombre parecía consolidarse como la figura de ese sector con mayor posibilidad.

Pero la crisis de la pandemia del Coronavirus, la incertidumbre de saber qué sector político la respaldaría y, en especial, la agudización del conflicto social que en el último mes tiene sumido al gobierno en su peor momento, fueron diezmando la posibilidad de que se retirara de la Vicepresidencia para ser candidata presidencial.

Pero la gota que llenó el vaso para que Ramírez no se fuera del gobierno fue el fracaso que significó Claudia Blum como canciller de Colombia, lo cual se evidenció precisamente en este mes, cuando no tuvo la estrategia ni la forma de poder salir a defender al gobierno Duque en momentos en que está siendo señalado de ser violador de derechos humanos, no respetar la protesta social e, incluso, como lo han denunciado algunos sectores de la oposición, ser un gobierno genocida.

Ante esa situación, era ella la mejor y casi que única funcionaria que puede defender en el frente internacional al gobierno de Iván Duque. Y así lo expresó el mandatario al designarla: “nosotros queremos reafirmar no solamente el talante democrático de nuestro país, sino también la convicción de ser un país siempre respetuoso de los derechos humanos y siempre volcado a la defensa irrestricta de los valores democráticos que ha caracterizado a nuestra nación”.

 

Otra visión

Pero desde los sectores críticos al presidente Iván Duque la designación de Marta Lucía Ramírez ha tenido varias lecturas, ninguna positiva o de acompañamiento a su designación.

Por ejemplo, desde el Comité Nacional de Paro, algunos de sus dirigentes sostienen que llegó para impedir que venga a Colombia una visita especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para tapar la realidad de las mas de 50 muertes que se han registrado en medio de las manifestaciones. Incluso los sectores más radicales de esa organización han expresado la necesidad que ese sea uno de los puntos del pliego de peticiones, es decir que Ramírez no sea la Canciller.

Desde el Congreso de la República, la oposición da una lectura más política. Por ejemplo, el senador Armando Benedetti lidera una línea de pensamiento de ese sector que el mandatario nacional podría dejar su cargo ante la crisis social del momento. Benedetti, desde su cuenta de Twitter se preguntó: “¿Marta Lucía Ramírez desiste de su aspiración presidencial porque cree que Iván Duque se va a caer?”.

El también senador opositor Antonio Sanguino, sostiene que “cambiar la imagen de violadores de derechos humanos del Gobierno Duque ante el mundo no se logra con Marta Lucía Ramírez de Canciller. Se logra no violando y más bien protegiendo los Derechos Humanos. Así de elemental”.

Y desde un punto de vista más analítico el presidente de la Alianza Verde, Antonio Navarro, asegura que “si Marta Lucía Ramírez decidió quedarse de canciller y no aspirar para la Presidencia de la República en 2022, significa lo difícil que están viendo las elecciones”.

Credito
Colprensa

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