Uno de los procesos judiciales más sonados del Tolima está a punto de concluir. Ayer se llevó a cabo la audiencia de alegato de conclusiones dentro de la investigación que adelanta la Corte Suprema de Justicia contra los exgobernadores Óscar Barreto y Fernando Osorio por su presunta participación en irregularidades en la suscripción del contrato 336 entre la Administración y el Convenio Andrés Bello (Secab) para la dotación de infraestructura tecnológica en instituciones educativas.

En la diligencia, que constituye la última etapa procesal antes de que se conozca la decisión del alto tribunal, el abogado Raúl Cadena Lozano, defensor del exgobernador Barreto Quiroga, hizo una extensa intervención en la que defendió el actuar del exmandatario, trayendo a colación normas y testimonios que se rindieron durante el juicio oral.

En su amplia disquisición, el jurista insistió controvirtió los delitos endilgados al exmandatario (prevaricato por omisión, contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales y peculado), insistió en que Barreto cumplió a cabalidad con sus obligaciones como gobernante y remarcó que la Fiscalía cometió deficiencias investigativas que no logran demostrar los supuestos hechos anómalos por los que acusa a su defendido.

Afirmó, entre otras cosas, que el ente acusador no inspeccionó las instalaciones físicas de la Secretaría Ejecutiva del Convenio Andrés Bello, no convocó como testigo al representante legal de esa corporación y las personas que participaron en el proceso, no inspeccionó la mayoría de las instituciones educativas y no tuvo la información contable y financiera de esa misma entidad.

“Para el doctor Óscar Barreto Quiroga pido justicia y en aras de lo expuesto, solicito sea absuelto de todos los cargos elevados en su contra por la Fiscalía General de la Nación, como quiera que no fue demostrado más allá de toda duda razonable ni en el plenario no obra ni una prueba que pudiera predicar juicio de tipicidad alguno en contra de mi defendido”, aseguró Cadena Lozano.

Antes de esta intervención, el exgobernador Osorio Cuenca cuestionó brevemente la dimensión que tomó este caso, pues, a su juicio, “si se cometieron errores, no era para criminalizarlos de esta manera”.

Por otro lado, indicó que la administración de justicia actúa con prontitud en algunos casos, pero en otros se caracteriza por lentitud, sabiendo que se trata de personas con una cantidad considerable de imputaciones. Por todo esto, dijo que lamenta haberle servido al Tolima y que, de ser condenado, con 75 años y varios quebrantos de salud, ya le estarían poniendo una lápida.

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