Tolima, con el reto de recuperar protagonismo en el Senado

Crédito: Colprensa/EL NUEVO DÍALas elecciones para el Congreso se van a llevar a cabo en marzo de 2022.
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En los últimos periodos, el departamento ha sido escasamente representado en la Cámara alta del Congreso, lo que ha afectado la capacidad de impulsar el desarrollo regional. Tres analistas brindan una explicación sobre ese fenómeno y proponen ideas para salir de la crisis.
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Sin haber empezado la campaña para las elecciones al Congreso de la República, algunos vaticinan que el Tolima ratificará en 2022 una dura realidad política: carencia de líderes con proyección nacional y escasa presencia en el Senado. Parece una lectura prematura, pero los hechos apuntan en esa dirección. 

Del grupo de partidos tradicionales del Tolima, tres ya anunciaron que no presentarán un candidato propio y apoyarán a aspirantes foráneos al Senado. El caso más llamativo, sin duda, es el del partido Liberal, cuya dirigencia, al mando del exsenador Mauricio Jaramillo Martínez, hará campaña por el representante caldense José Luis Correa.

Cambio Radical, con el representante Aquileo Medina al frente, respaldará al exgobernador del Huila Carlos Julio González Villa, mientras que el partido de la U, con el representante Jaime Armando Yepes como jefe único, pedirá a la militancia que vote por la congresista valluna Norma Hurtado Sánchez.

El partido Conservador, como primera fuerza electoral en el departamento y con una amplia posibilidad de crecer, tendrá como candidatos a los primos Óscar y Miguel Barreto, y el Centro Democrático al representante Ricardo Ferro Lozano.

En palabras del exsenador Carlos García Orjuela, se trata de una “autoderrota” y un “caos” que en otros años era impensado, pues los dirigentes de entonces no temían enfrentar un debate político para conformar una auténtica bancada tolimense en la Cámara alta. 

En otrora, el Tolima llegó a tener una bancada de cinco senadores que, de manera conjunta y en un intento de visión mancomunada, le dio cierto protagonismo al departamento en el escenario nacional y, al mismo tiempo, persiguió iniciativas en pro del desarrollo regional y buscó jalonar recursos de inversión ante el Gobierno nacional.

La situación desde hace algunos periodos es muy diferente. Hoy el Tolima apenas cuenta con la representación de Miguel Barreto en la Cámara alta y aunque haya otros senadores nacidos en el departamento, como Ana Paola Agudelo o Jorge Robledo, lo cierto es que fueron elegidos con apoyo mayoritario de otras regiones y su agenda trasciende de lo territorial.

 

De más a menos: un vistazo a la historia

Hasta hace algunas décadas, el Tolima se preciaba de tener una presencia significativa en el Senado con personas de proyección nacional. Tal era el grado de relevancia de aquellos líderes, que se afirmaba que el centro político del país pasaba por este departamento.  

De acuerdo con el docente y excongresista Alfredo Bocanegra, hasta antes de la reforma constitucional de 1945, las asambleas elegían a los senadores. De esa manera, personas de la talla de Darío Echandía o Mariano Melendro ocuparon un asiento en el Congreso. 

Después de ese año, con la elección de forma directa para esos cargos, el departamento sigue teniendo figuración con prohombres, de origen mayoritariamente liberal, como Rafael Caicedo Espinosa. 

Sobre los años 70, la representación tolimense llegó a cinco o seis nombres: Guillermo Angulo Gómez, Jaime Pava Navarro, Maximiliano Neira, Alberto Santofimio -que colocaba otro senador de su cuerda-, y el mismo Caicedo Espinosa.

Con el desplome del ‘santofimismo’ y el establecimiento de una circunscripción nacional, se dio una crisis y quedaron vigentes algunas pocas figuras como Guillermo Alfonso Jaramillo, cuya presencia fue intermitente salió del país para proteger su vida, mientras que Luis  Humberto Gómez Gallo se vio envuelto en líos que afectaron la plenitud de su liderazgo.

“Ahí desincentivó la participación propia porque no había grandes líderes que convocaran pasiones. Los partidos, no solo en Tolima sino en Colombia, se debilitaron y los grandes capitales terminaron comprando los votos para las candidaturas más sonoras y, por otro lado, los grandes nombres de importancia nacional como Jorge Robledo ganan por votos de opinión”, dijo Bocanegra. 

Para el excongresista, la crisis radica en la falta de liderazgos de connotación nacional, la incapacidad de los partidos para convocar y el golpe reputacional a la clase dirigente local. Así mismo, consideró que el clientelismo permitió el paso de representaciones débiles y sin una proyección que vaya más allá de la simple credencial de senador.

“Lamentablemente el afincamiento del clientelismo ha conllevado a que no surjan nuevas unidades que puedan representarnos, salvo en algunos casos como cuando estuvo Guillermo Santos y Juan Mario Laserna. A los candidatos de ahora los mueve los factores de concentración de poder o la clientela. Tolima tiene que recuperar la dimensión nacional que tuvo Alfonso Palacio Rudas, Rafael Parga Cortés y tantos otros”. 

 

¿No hay otro camino?

Para el columnista Guillermo Hinestrosa, el afincamiento de familias connotadas de la región en la capital del país y la falta de formación de los nuevos liderazgos son factores que también contribuyeron en el declive.

“En el caso del Tolima, antes los dirigentes surgieron en buena medida de la academia y las universidades y el empresariado, pero hoy están saliendo de los contratistas, que han formado los políticos. Se ha venido acuñando como un modelo político en el cual las personas llegan al poder financiadas por unos intereses particulares que son los que están imponiendo en la región”, afirmó.

 

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Credito
Redacción Política

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