Consciente de que no tiene la fuerza electoral para elegir a un candidato propio al Senado, el partido Liberal en Tolima decidió apoyar a un aspirante proveniente de otro departamento, algo inusitado para un partido con tanta historia en la región. ¿Qué le responde a quienes cuestionan su elección?

Los que atacan al senador (Mauricio) Jaramillo por la decisión que tomó son los mismos que hoy están buscando candidatos por fuera o están cómodamente escudados en una Administración. A veces es más fácil criticar para justificar las prácticas propias que tener la capacidad de proponer. Muchos que están cuestionando al senador Jaramillo, quien ha sido el guardián de las banderas del liberalismo en el Tolima, lo hacen por un desconocimiento absoluto de las condiciones políticas. 

Creo que los departamentos pequeños, como Tolima o Caldas, sin el suficiente caudal para competir con departamentos con cuatro, cinco, seis millones de habitantes, tenemos que aliarnos para no quedarnos sin representación. En ese escenario, lo más sabio fue hacer una retirada táctica, reestructurar la lista a la Cámara, garantizar un representante, entrar en la pelea por el segundo y buscar una asociación ideológica, programática y regional al Senado.

Contrario a lo que usted dice, algunas voces liberales sostienen que el exsenador Jaramillo es el responsable del decaimiento liberal...

Él buscó la mejor opción para el liberalismo dentro de las situaciones actuales. Yo tengo la responsabilidad gigantesca de estar a la altura de la confianza que se me está dando. Y esa responsabilidad pudo haber sido en cabeza mía o en cabeza de cualquier otro de los que estaban en el abanico y seguiría siendo la decisión más sabia, porque el senador tiene la responsabilidad histórica de reestructurar el partido y llevarlo más allá. 

Uno no puede decir que las cosas son diferentes a como en realidad son: tristemente el partido Liberal en el Tolima perdió el escaño al Senado y, debido a malas prácticas en la política departamental, no ha tenido la posibilidad ni los espacios que den unas garantías suficientes para que un candidato del Tolima al Senado por el partido Liberal pueda llegar a buen puerto.

¿Quiénes son los críticos a los que alude?

El exalcalde de Venadillo (Ilber Beltrán), los hijos del senador Guillermo Santos, el exgobernador Luis Carlos Delgado. En democracia cada quien puede elegir la opción que le parezca, pero que no ataquen el nombre del senador Jaramillo sabiendo que ninguno de ellos tiene hoy la capacidad de ponerse la diez y lanzarse al Senado. En política es muy importante la coherencia. Los invito a que en lugar de mirar si es o no de la región, busquemos quien es el candidato con las mejores ideas y empecemos a trabajar en un candidato con base en eso.

¿Pero va intentar convencerlos a ellos y otros liberales inconformes?

Obvio. Intentaré convencer a quienes, por X o Y razón, no se sientan cómodos con el liberalismo actual. Quiero ser una opción válida dentro del partido y entre las fuerzas progresistas con ideas liberales. Yo no vine a acá a buscar al senador Jaramillo para organizar unos votos. No creo en eso. Creo en la construcción de procesos, de ideales, de partido. Y si la idea es que a través de mi figura el partido Liberal se fortalezca, pues lo hagamos. Yo también vine a sumarle al partido en el Tolima en lo que pueda. Lo que quiero es que crezca. Me eligieron porque tenemos departamentos parecidos y represento lo que el liberalismo tolimense en su gran mayoría quiere.

¿Ha hablado con los candidatos a la Cámara del Tolima?

Con todos. Gentil (Gómez) tomó la decisión de apartarse de la decisión de acompañar mi candidatura al Senado y lo respeto. Él quiere estar con varios senadores, me imagino. Mi conversaciones con él son muy pocas, pero con los otros tengo una excelente relación y haré fuerza para que en cabeza de ellos crezca. El senador Jaramillo ha armado una lista en pro de que el partido Liberal crezca. Es una lista que puede estar cercana a los 70.000 votos fácilmente.

¿Qué le está proponiendo al Tolima?

Integración regional, porque tenemos que sumarnos para hacer verdadera gestión y pensar en proyectos importantes que cambien el devenir del departamento; independencia, para votar aquello que me parezca positivo para los interés globales de los colombianos y los tolimenses, y coherencia, para impulsar las reformas que puedan mejorar las condiciones del país. Buena parte de los problemas de los colombianos son iguales en todos los departamentos. Entonces, si cambiamos la ley 30 de educación o la ley 100 de salud, por ejemplo, no solo estamos pensando en el Tolima sino también en el país.

Un columnista se atrevió a hacer un pronóstico sobre el rol del partido Liberal en 2022: como en la Coalición de la Esperanza no quieren a Alejandro Gaviria porque no se desmarca de César Gaviria, este, en una posible segunda vuelta entre Federico Gutiérrez y Gustavo Petro, llevaría al partido Liberal a apoyar al primero, en una situación parecida a la de 2018. ¿Cree que eso puede ocurrir?

El partido debe jugar en una gran convergencia de la centroizquierda y, si llegase a haber una decisión entre ‘Fico’ y Petro, pienso que la elección debe ser ir donde Petro. El partido Liberal debería pensar en meter a Alejandro Gaviria en la consulta del cambio, es decir, entrar a competir con Petro. La Coalición de la Esperanza no nos quiere, entonces pienso que debemos ir a una coalición donde ideológicamente estemos cómodos y seamos recibidos como partido. 

Para algunos liberales, César Gaviria se plegó al gobierno del presidente Iván Duque, no ha abierto espacios para la renovación y ha traicionado los ideales históricos de la colectividad. ¿Usted qué opina?

No tengo ningún problema personal contra el presidente Gaviria, quien ha respetado mis posturas y nunca me ha dicho que no firme una moción, que no hable, que no proponga. Más que decir que estoy en contra de él, que no tengo razones para hacerlo, estoy en contra del Gobierno y lo que representa. He hecho una oposición profunda y prueba de ello son mis intervenciones en los debates de moción de censura y los debates de control político. El grave error de él fue ser excesivamente democrático. Los que tienen al partido arrodillado y entregado al Gobierno son los congresistas que toman la decisión, en su libre albedrío, de apoyar reformas como las tributarias.

¿Entonces cómo se explica el apoyo en 2018 a Duque, quien se opuso al Acuerdo de Paz, el mismo que el partido Liberal respaldó?

El presidente Gaviria se la jugó a muerte con Humberto de Calle en primera vuelta, pero muchos congresistas no quisieron y ha habido amplias denuncias de congresistas liberales con Duque en primera vuelta. En segunda vuelta, el presidente le consultó al partido y todos, a excepción del Tolima, cometimos el error de apoyar a Duque. Puede tener decenas de errores, pero no le podemos endilgar errores que no son de él. 

Ahora, Petro no podía esperar que el partido lo apoyara si ni siquiera se tomó el trabajo de buscar las bases, quienes estábamos electos en ese momento, los concejales, los diputados, los congresistas. Duque sí lo hizo. Hoy es diferente porque Petro, Camilo Romero, Alejandro Gaviria entienden la importancia del partido Liberal y los congresistas, y nos están buscando, pero ese es un debate que tendremos que dar en su momento.

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