El proceso de revocatoria del alcalde Andrés Hurtado, que lidera el comité ‘Salvemos a Ibagué’, se enredó por cuenta de las divisiones internas entre los promotores, el  acercamiento a un dirigente político y la presunta falta de organización en la recolección de las firmas.

En junio, en medio de las jornadas de movilización del paro nacional, el comité informó que el proceso avanzaba por buen camino gracias a la masiva respuesta ciudadana y la rápida recolección de las firmas que exige la Registraduría para que la iniciativa sea admitida.

De hecho, según Karla García, vocera del comité, las 12.254 firmas equivalentes al 30% de la votación obtenida por el mandatario local se recogieron en solo una semana y para principio de agosto ya habían conseguido 40.000 para revestir la iniciativa de validez.

Sin embargo, pasados varios meses desde entonces, no sabe qué pasó con los formularios que ya se llenaron y hubo una conducta que no solo afectó la confianza sino que va en contravía de las reglas que los promotores se habían impuesto.

De acuerdo con Joaquín Acosta, quien hizo parte de la iniciativa, a pesar de que se acordó que el proceso sería ciudadano y no habría injerencia de personalidades políticas, la vocera del comité se reunió con José Barreto, excandidato a la Alcaldía y hermano del senador Miguel Barreto.

“Abiertamente Karla lo invita a ser parte de la revocatoria. Nosotros no vimos eso de muy buena manera porque esto era un tema netamente ciudadano y se suponía que no iban a tomar parte actores políticos como José Barreto”, afirmó Acosta.

Según indicó, si no se aceptó el apoyo del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo a la revocatoria, lo más sano para el proceso era que tampoco lo hiciera Barreto ni ningún otro dirigente político. “Se querían apropiar de un proceso netamente ciudadano para sacar réditos políticos más adelante”, comentó.

Por otra parte, pese a que el comité reconoció que en el movimiento ciudadano había un pluralismo político de personas que militan tanto en la derecha como en la izquierda, Acosta aseguró que fue recriminado por pertenecer al Centro Democrático y comenzaron a aflorar egos. 

“Yo era la única persona de la mal llamada derecha que estaba ahí apoyando, pero di un paso al costado y todo quedó en manos de los grupos alternativos, entre ellos miembros de la Unión Patriótica, el partido Comunes, el Comité Ambiental. Ahí empiezan a buscar egos políticos e inclusive uno de los miembros del comité me dijo que no podía trabajar con alguien de la derecha por la coyuntura del país, que no iban a trabajar con un uribista. Yo les dije que no había ningún problema y me apartaba”, contó.  

¿Qué pasó con las firmas?

Según conoció esta redacción, el número de firmas tampoco no cuadran. Aunque la vocera sostiene desde hace meses que ya reunieron más del doble de las rúbricas exigidas, trascendió que hay planillas que no aparecen.

Una persona que perteneció al comité y pidió mantener en reserva su nombre, afirmó que no han encontrado ni siquiera la hoja que firmó el exalcalde Jaramillo en mayo pasado y que están lejos de completar el número exigido por la Registraduría para continuar con el proceso. 

En una reciente declaración, García aseguró que tienen plazo de entregar las firmas hasta el 21 noviembre, pero la primera semana de ese mes las estarían allegando a la sede de esa entidad para que sean validadas. La vocera fue contactada para esta nota, dijo que iba hablar al respecto, pero al final no lo hizo.

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