Según el reporte de las autoridades, siete muchachos del Instituto Isaías Ardila Díaz de Mogotes probaron los efectos de la pastilla azul.

La combinaron con una gaseosa y se la tomaron. No obstante, dos de ellos lo hicieron sin saber que sus compañeros les estaban jugando una broma. Fueron engañados para que se la tomaran sin ser consientes de lo que habían ingerido.

La situación se salió de control cuando los dos jóvenes que no sabían nada sufrieron fuertes reacciones. Tuvieron que ser trasladados al Hospital de Mogotes y luego al Hospital de San Gil.

«Los cinco estudiantes dijeron que ellos habían consumido esa bebida de forma voluntaria, nadie los obligó. Ellos se pusieron de acuerdo para tomar eso, a pesar de que sabían para qué es ese medicamento, y que no lo pueden consumir menores de edad porque genera reacciones adversas. Se activó la ruta de atención escolar desde el mismo viernes para ofrecer la atención primaria, los muchachos están en la casa ya se estabilizaron. Dos presentaron mayor complicaciones de salud», declaró a El Regional Gerardo Rodríguez, rector del Instituto Técnico Isaías Ardila Díaz.

Por ahora el hecho se encuentra en investigación y los directivos del colegio anunciaron que se tomarán medidas. Los jóvenes afectados ya se encuentran recuperados.

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Puede generar efectos secundarios que van desde un simple dolor de cabeza hasta taquicardía y riesgos cardíacos. Los menores no deben consumir este producto.