dentro del gremio de la música colombiana se sabía que desde hace algunos años padecía algunos quebrantos de salud, pero no se conocía de su gravedad, lo que llevó a su familia y equipo de trabajo a tomar la difícil decisión de darle cierre a su carrera artísticas en los escenarios en la primera edición del Festival Cordillera.

Según su círculo cercano, Totó presenta desde hace un tiempo dificultades neuro-cognitivas que le impiden seguir actuando sobre los escenarios, como lo hizo ininterrumpidamente durante seis décadas, rescatando, renovando y difundiendo la música tradicional de Colombia en los cinco continentes.  

La periodista y poeta Patricia Iriarte, ha dedicado buena parte de los últimos 20 años en investigar sobre la vida y obra de Sonia Bazanta Vides, más conocida como Totó La Momposina, lo cual ha plasmado en el libro ‘Totó: Nuestra Diva Descalza’, que acaba de lanzar una nueva edición, revisada y ampliada.

Patricia habló sobre lo que ha sido esta labor, el compromiso de Totó con el folclor colombiano y la salvaguardia de su extenso y potente legado.

La diva descalza

Más de 20 años de entrega a la investigación de la vida y el legado de Totó La Momposina…

Ha sido como tratando de seguirle el paso a esta cantaora tan increíble, tan prolífica y tan trabajadora que tenemos.

Es un libro que ha estado abierto para ir incorporando con los años el quehacer artístico de Totó, y por supuesto, también aspectos de su vida, que despierta gran interés, en especial en los últimos años, siempre pues ha habido editoriales interesadas en publicar este trabajo, en contarle a la gente la historia de esta artista, hasta esta etapa tan difícil en que ella debe retirarse de los escenarios, dejando unos herederos que continuarán con su legado.

¿Siente que en Colombia se reconoce el valor del legado de Totó La Momposina?

En mi generación, yo tengo 60 años, y de pronto la gente por ahí de los 40, reconocen esa importancia y ya saben por qué Totó es Totó. Sin embargo, existe una nueva generación, por ejemplo de colegas periodistas, que necesitan preguntar sobre ella.

Siempre es bueno puntualizar las razones por las cuales es importante seguir hablando de ella.

Revisada y ampliada

En esta tercera edición, ¿Qué nuevo encontrarán los lectores?

Es una edición revisada y aumentada, porque se revisaron algunos aspectos de los primeros capítulos que narran un poco la historia de ella y su familia, de todos sus inicios y ancestros. Logramos nuevos datos y nuevos testimonios, en especial de todos sus hijos, porque antes no pude hablar con todos.

Se actualizó toda la parte musical de la discografía en el capítulo ‘Artesana de su voz’. También se profundiza en un aspecto muy importante en su vida, es esa parte espiritual. Allí afloró el tema de su maestro espiritual y el papel que ha desempeñado en su vida durante los últimos años.

También incluí una serie de entrevistas en profundidad, aparte de la realizada a los hijos. Algunos con una mirada muy interesante y muy bonita sobre la trascendencia de Totó.

¿Una faceta poco conocida?

Es algo de lo que apenas me habló para la primera edición. Lo tenía muy reservado para ella, pero con los años logré que ella me permitiera profundizar en ese aspecto. Para esta tercera edición tocaba tocarlo, saber lo que la gente decía, incluso hablar directamente con su maestro espiritual.

También toca el estado de salud de la artista…

También se amplió el capítulo sobre su salud, desde que comenzó a presentar los primeros síntomas, hace varios años, y como lo ha vivido su núcleo familiar, con todo el paso por la pandemia, que detona su situación actual.

¿Triste la despedida?

Todos queríamos y creíamos que Totó tuviera unos añitos más para para disfrutar de ella y de su poderosa presencia escénica, pero también hay que reconocer que Totó lo dio todo y más, en 60 años continuos de trabajo, que es una gesta que pocos artistas pueden dar, y ella lo logró. También está muy bien que descanse.

¿Qué ocurrirá con su legado?

Yo creo que el legado de Totó La Momposina está asegurado, no solo porque hay un grupo que se consolidó en el trabajo con ella en los últimos 25 años, su grupo actual, él que menos años tiene de trabajo con ella, son diez años.

Esos músicos, independientemente que sigan tocando juntos o no, tienen un compromiso con la música tradicional.

También veo una nueva generación de jóvenes músicos que la veneran, que la admiran y que entienden la importancia de mantener y divulgar esas manifestaciones culturales de la música del Caribe, que se convirtieron en un elemento de nacionalidad colombiana.

¿Podrá aparecer una nueva Totó?

Eso es otra cosa. Realmente no vemos en el panorama actual cultural y musical en Colombia, la aparición de otra Totó La Momposina. Tendremos que esperar unos años.

En su libro, Juan Carlos Garay define a Totó como ‘La Columna del Folclor’...

Es una definición totalmente justificada. A partir de ese soporte que ella dio fue posible que florecieran otras voces, otras cantaoras, y no sólo del Caribe, también del Pacífico, como lo señala Ángel Perea, quien compara a Totó con una turbina que con su energía irradió unas dinámicas sobre esas música, y gracias a ella, fue posible que el país también empezara a valorar expresiones como el bullerengue de Petrona Martínez, como los tambores de Martina Camargo y toda esa herencia musical que ha estado siempre tan opacada por la música comercial. No solo para proyectar una música, sino una cultura.

Todo un viaje seguirle el paso a Totó durante los últimos 20 años…

Ha sido un proceso muy importante para mí, como periodista, como escritora, como mujer colombiana que ha visto crecer una figura que se convirtió para mí en un ejemplo de compromiso, de ética, de mística, de determinación, de fidelidad a unas ideas. Me ha enseñado muchísimo.

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