Iroquois, insignia de la FAC y los cielos colombianos

 ANTONIO GUZMAN / EL NUEVO DÍA
Crédito: ANTONIO GUZMAN / EL NUEVO DÍAEl Iroquois UH1H en la rampa de la base aérea de Melgar, Cacom 4 Luis F. Pinto.
Debido a la geografía colombiana, el helicóptero ha sido fundamental para que las Fuerzas Armadas realicen distintos tipos de operativos. En Melgar, reposa un UH1H que desde la década del 60 ha servido a la Nación.
PUBLICIDAD

El teniente coronel José Joaquín Matallana Bermúdez, quien comandaba el Batallón Colombia con sede en la desaparecida Armero, saltó del helicóptero Iroquois el 14 de junio de 1964 en un punto de Marquetalia, en Planadas, donde nacieron las Farc.

Se trataba del primer asalto a esta población durante la Operación Soberanía, la cual buscaba recuperar esta zona del sur del Tolima y que un grupo de guerrilleros, comandado por Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’, había denominado República Independiente.

59 años después, el Iraquois, o UH1H reposa en la base aérea del Comando Aéreo de Combate número Cuatro, Cacom 4, ubicada en Melgar, y que también hizo parte de misiones exitosas en el país, que incluso valieron para obtener los dos premios Kollsman que ostenta la Nación.

La Fuerza Aérea Colombiana cumple hoy 103 años de servicio y el Cacom 4 en Melgar es la casa del helicóptero, pues allí funciona la Escuela Internacional de Helicópteros de las Fuerzas Armadas.

En especial, este helicóptero, que llegó al país en 1963, y que su número interno es el FAC 4207, es reconocido porque, aparte de la toma a Marquetalia, estuvo en operativos de guerra y rescate como en El Pato e Inza en 1965.

También en la visita del Papa Pablo VI (1968), Operación Anorí (1973), en los rescates del incendio del edificio Avianca (1973) y el derrumbe en quebrada blanca (1974), la avalancha de Armero (1985), la Operación Colombia (1990), desastre del río Páez (1994).

Y en las operaciones Destructor (1997), Villarrica (1999), Sol Naciente (2007), Alcatraz (2007) y Odiseo (2011).

Para el comandante del Cacom 4, coronel Luis Antonio Gélvez Díaz, el UH1H es un helicóptero de alta resistencia para instrucción y combate, al ser monomotor, permite librar dificultades en terreno y meteorología y llegar a cualquier lugar.

“Lo operamos día y noche llevando paz, tranquilidad, ayuda humanitaria a enfermos, llevando ayudas. Es una herramienta fundamental, me siento orgulloso de comandar está base, la casa de los UH1H en Colombia”, indicó Gélvez Díaz.

Recuerda el capitán de la FAC Ervin Gómez, que los primeros helicópteros que llegaron a Colombia fue hacia 1963, al Comando Aéreo de Combate número 1 En Puerto Salgar (Cundinamarca), para operaciones de orden público y apoyo a la ciudadanía como evacuaciones o extinción de incendios.

Suministrada / El Nuevo Día

Nueva flota

El actual comandante del Comando Aéreo de Combate No 4, coronel Luis Antonio Gélvez Díaz, estuvo durante la llegada de una nueva flota de helicópteros a Colombia en 2001, cuando se reanudaron las relaciones entre Colombia y Estados Unidos con la creación del Plan Colombia.

“La flota de helicópteros fue enviado desde Estados Unidos por vía marítima y llegaron al puerto de Cartagena, allí los esperamos un grupo de profesionales de la Fuerza Aérea, se probaron y luego se trasladaron a Melgar.

“Una vez en el Tolima, cumplieron múltiples propósitos, uno de ellos, impulsar la Escuela Internacional de helicópteros de las Fuerzas Armadas, con el que se dicta instrucción a todos los países amigos de Colombia y que quieran formar sus tripulaciones.

“Durante los años de existencia de esta escuela, desde 1954, se han formado más de 7500 pilotos y desde 2001 llevamos más de 400 pilotos internacionales. Es un orgullo nacional, y este helicóptero ha sido pieza fundamental para llevar paz y tranquilidad a Colombia”, aseveró el coronel Gélvez.

En esta Escuela de Helicópteros también cuentan con cabinas de simulación de vuelo para realizar entrenamientos que por motivos de seguridad es preferible simular y es el más avanzado en América Latina.

Suministrada / El Nuevo Día

 

Misiones premiadas

Con respecto a la toma de Marquetalia, el capitán Gómez recuerda que se trató de una época en la que empezaba a crearse los grupos guerrilleros, tornándose la nación en una situación difícil tanto social, política y militar.

“En ese momento los helicópteros participaron transportando las tropas del Ejército a esas zonas de difícil transporte terrestre y ayudar a la población. En estos helicópteros se realizaron operaciones de asalto aéreo que consisten en transportar militares equipados, armados y entrenados para llegar a un punto determinado, en este caso era Marquetalia para poder recuperar el orden público”, agregó. 

En noviembre, las personas recuerdan con tristeza lo ocurrido en Armero, cuando la avalancha acabó con este municipio del norte del Tolima y se llevó la vida de más de 25 mil personas, siendo el Iroquois uno de los que sirvió para evacuar heridos.

“En ellos muchas personas fueron salvadas y quedó en la memoria de los tolimenses, y más quienes lograron sobrevivir, pues recuerdan el sonido característico de este helicóptero y las víctimas lo asemejaban como que sentían un ángel de metal que se acercaba a salvarlos”, agrega el oficial.

Según lo informado, la aeronave que reposa en la base de Melgar es el último UH1H que tiene la Fuerza Aérea Colombiana, por lo que ya es insignia, y más con las múltiples misiones que cumplió durante su periodo de actividad.

“El edificio de Avianca también significó un operativo muy importante, se trataba del primer rascacielos que tuvo Colombia y ese incendio obliga a que las personas tengan que subir a la azotea y, por ende, con el helicóptero se realiza una serie de evacuaciones.

“Esos pilotos marcaron un hito para el País y el mundo, ya que fueron galardonados con el premio Kollsman por la mejor operación helicoportada, fue la primera vez que la obtuvo Colombia, la segunda fue con el desastre de Armero”, recuerda. 

En la actualidad, aparte de misiones de seguridad, los helicópteros que tiene la Fuerza Aérea Colombiana, que celebra hoy 103 años de existencia, han servido para otros servicios a la comunidad como extinción de incendio con el método Bamby Bucket.

“Este método consiste en descargar agua a una determinada altura y velocidad, es efectivo para ayudar a bomberos con el fin de que no se expongan.

“También se realizan evacuaciones aeromédicas, ya sea aterrizado si el punto lo permite, y si no, a través de una grúa de rescate con un rescatista de personal, quien desciende con una camilla para luego de prestarle los primeros auxilios, subirlo al helicóptero para su traslado”, explica Gómez.

En guerra, los helicópteros son equipados con ametralladoras calibre 7.62 o punto 50, así como cámaras para identificar lo que sucede en tierra.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

Comentarios