Si bien es cierto, el desempleo, la pobreza, el analfabetismo y la falta de oportunidades golpea fuertemente al territorio nacional, hay quienes no se rinden y buscan la manera de sobrevivir.
El padre Betancur confiesa que lleva 36 de ordenado del seminario de Misioneros de Yarumal. En esa labor pastoral fue a Bolivia y Ecuador, después lo mandaron para Pereira, Bogotá, Bucaramanga y desde 2001 retornó al Valle de Aburrá.