¿Realmente la lactancia previene el cáncer de mama?

Sí. Está científicamente comprobado que la lactancia materna es una medida clave de prevención. Amamantar constituye un escudo de protección adicional, según lo demuestra una investigación que analizó 47 estudios ejecutados en 30 países y que indica que cuanto más largo es el tiempo en el que una mujer amamanta, menor es el riesgo de desarrollar este cáncer.

¿Cuánto tiempo debe hacerlo?

Se ha demostrado que las mujeres que lactan de seis meses o más tienen una protección superior que las que lo hacen por menos tiempo. Si se tiene una buena base genética con la lactancia, que es el alimento ideal, tanto por las inmunoglobulinas y la cantidad de ácidos grasos que tiene la leche materna, componentes que no han podido ser reemplazados por las leches artificiales.

¿Qué otro beneficio trae? 

Con la lactancia se genera una armonía en el cuerpo que impide el desarrollo de las células cancerígenas; además, la producción de leche renueva las células óseas y previene la aparición de la osteoporosis. 

No es solo leche lo que sale del pecho de mamá, es amor, energía, es conexión, es restablecimiento del vínculo amoroso y, además, protege a mamá del riesgo de contraer también cáncer de útero y/o ovarios. 

¿A qué se debe?

La lactancia protege a las mujeres porque la leche materna que se produce en los alveolos del pecho hace que tenga un desarrollo perfecto y armonioso y las hormonas de la leche materna impiden luego la generación de células desordenadas que favorecen el cáncer.