¿Qué es?

Es la cirugía que se realiza para reposicionar las orejas prominentes a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes.

¿Cuándo se debe hacer?

La otoplastia se debería realizar cuando una oreja se separa más de dos centímetros de la cabeza. Después de los cinco o seis años, edad en que los cartílagos han alcanzado su desarrollo completo, se puede realizar, y se puede hacer a cualquier edad. Cuando se realiza en los niños se tienen dos beneficios: el cartílago es más flexible haciéndolo fácil de moldear, y el niño tendrá los beneficios de la mejoría cosmética.

¿Cuáles son los riesgos?

En general las complicaciones son menores y poco frecuentes. Los riesgos como cualquier operación se asocian al tipo de cirugía: presencia de hematoma por debajo de la piel de la oreja, el cual se puede disolver en forma espontánea o puede ser necesario aspirarlo con una aguja. Si el hematoma es grande y no se trata puede producir un daño del cartílago de la oreja. En caso de presentarse una infección en el cartílago pueden desarrollarse deformidades como “oreja en coliflor”. Estas deben ser tratadas con antibióticos y drenaje. Las cicatrices de la oreja generalmente curan muy bien, pero en algunos casos pueden presentarse cicatrices hipertróficas las cuales requieren una corrección posterior.