¿Qué es?

Esta enfermedad es producida por Escherichia coli, bacteria que se encuentra en el intestino de los seres humanos y animales. Existen distintas cepas de E. coli, y la mayoría pueden ser inofensivas, sin embargo es la E. coli O157:H7, la causante de la enfermedad.

¿Vías de infección?

Cuando la bacteria E. coli contamina accidentalmente los alimentos para el consumo humano, la enfermedad se propaga rápidamente. La carne de ganado vacuno es una de las principales vías de infección, aunque el animal aparente tener un buen aspecto. La E. coli puede vivir también en las ubres de las vacas, por lo que se puede presentar en la leche si esta no ha sido pasteurizada. A su vez los vegetales y frutas que hayan sido regados con agua sucia o contaminada o hayan estado en contacto con las heces de animales infectados con la bacteria.

Otra vía de contaminación se encuentra en las malas prácticas de higiene en personas que manipulen alimentos sin lavarse y desinfectarse las manos después de haber ido al baño.

¿Qué síntomas presenta?

Los síntomas suelen aparecer entre 24 y 72 horas aproximadamente, manifestando diarrea (ocasionalmente con sangre), dolor abdominal y vómito. Normalmente el paciente no presenta fiebre o es muy leve.

¿Cómo se trata?

El tratamiento que se aplica, busca controlar los síntomas de la infección como la deshidratación y las alteraciones electrolíticas ocasionadas por la diarrea, y los problemas renales en caso que se presenten. El uso de antibióticos no es muy eficaz ya que es la toxina quien causa los principales daños de salud y no la bacteria.

Si la enfermedad se trata debidamente, termina en pocos días, no presenta complicaciones y no deja secuelas. Sin embargo, algunas personas, como niños pequeños y ancianos, pueden presentar ciertas complicaciones como el síndrome hemolítico urémico, que afecta a los riñones, y puede ocasionar la muerte si el paciente está inmunodeprimido.