Virus sincitial respiratorio (VSR)

Es el principal causante de infecciones respiratorias durante el primer año de vida y ocasiona un elevado índice de hospitalización en niños menores de 12 meses; la presentación clínica severa y su aparición como brotes epidemiológicos en las unidades con recién nacidos prematuros representa un riesgo elevado de mortalidad.

¿Qué es?

Es el principal causante de infecciones respiratorias durante el primer año de vida y ocasiona un elevado índice de hospitalización en niños menores de 12 meses; la presentación clínica severa y su aparición como brotes epidemiológicos en las unidades con recién nacidos prematuros representa un riesgo elevado de mortalidad.

¿Qué síntomas presenta?

El VSR ocasiona síntomas leves similares a los del resfriado en personas de todas las edades. Los pacientes suelen presentar fiebre, secreciones nasales y tos; sin embargo, en casos más graves la enfermedad podría causar dificultad para respirar, situación que para los bebés prematuros podría significar la muerte.

¿Cómo se contagia?

Estos virus respiratorios son de fácil contagio porque se propagan a través de las partículas diminutas que quedan en el aire después que una persona enferma se suena la nariz, tose o estornuda. Por lo anterior, es probable que cualquier miembro de la familia tenga riesgo de contagiarse después del contacto físico con alguien infectado con el virus.

El VSR se difunde de manera vertiginosa en hogares habitados por muchas personas y en guarderías. Para el caso de los recién nacidos prematuros, factores como el hacinamiento, ser menor de seis meses, tener hermanos que asisten a guarderías, la presencia de fumadores en casa y la ausencia de lactancia materna aumentan el riesgo de contagio de esta enfermedad. Nacer antes de las 37 semanas de gestación hace a los bebés más vulnerables de padecer VSR.

¿Cómo se previene?

La prevención de la infección por VSR en bebés prematuros se fundamenta en la utilización de anticuerpos que se administran mediante una inyección intramuscular, de acuerdo con las dosis que sugiere el médico tratante. A lo anterior se suma una estrategia de medidas sanitarias que protegen la salud y el bienestar de los bebés pretérmino.

Los cuidados y la prevención de la transmisión del virus en bebés prematuros inicia desde la atención en el momento del parto por personal entrenado para posteriormente ingresar a una Unidad Neonatal (UCI) en la cual se brinda la atención requerida según la complejidad y características de cada paciente.

Finalmente, los cuidados en el hogar también cumplen un papel importante en la prevención del virus.

¿Cuál es el tratamiento?

No existe cura para el virus. El tratamiento consiste en asegurar una adecuada hidratación y la administración de oxígeno, si el médico lo ordena.

¿Cómo podemos evitar su propagación?

Para reducir el riesgo de exposición, se recomienda el uso de tapabocas en el hogar. Si alguien de la familia presenta síntomas de resfriado se sugiere cambiar el tapabocas cada tres o cuatro horas, aunque en lo posible, si algún miembro de la familia tiene gripe, el bebé debe estar completamente aislado, debido a que las posibilidades de que se trasmita el virus son bastante altas.

En caso de convivir con hermanos o niños pequeños que asisten a jardines infantiles, se recomienda desinfectar los juguetes y superficies que estén en contacto con el niño en edad preescolar.

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