La anemia también afecta a los menores

Cansancio, irritabilidad, somnolencia y palidez son algunas de las señales que pueden indicar que su hijo padece de anemia.

¿Qué tan frecuente es?

Esta enfermedad afecta en Colombia al 33 por ciento de los niños entre uno y cuatro años, y al 37 por ciento de los menores entre cinco y doce años. 

¿Cómo prevenir?

Para prevenir esta afección en los infantes, es fundamental crear buenos hábitos alimenticios. Los padres deben procurar que sus hijos tengan una dieta rica en carnes rojas, vísceras, vegetales crudos y cereales.

Este es el trastorno nutricional más frecuente en el mundo y el menos tratado, consiste en un descenso del número de glóbulos rojos o hematíes, que contienen la hemoglobina encargada de transportar el oxígeno a todas las células del organismo. 

No obstante, la prevención de este trastorno comienza desde el embarazo, con una buena alimentación por parte de la madre y los controles prenatales. Posterior a esto, es fundamental que el bebé reciba leche materna durante los primeros meses de vida. Si esto no es posible, debe usar solo leches de fórmula infantil, que vienen fortificadas con hierro y son diseñadas especialmente para cubrir las necesidades nutricionales.

Tenga en cuenta los siguientes síntomas.

1. Comportamiento en las clases. Se evidencia en el niño lentitud en el proceso de desarrollo psicomotriz, mucho cansancio y disminución en los índices del coeficiente intelectual.

2. Palidez constante. Este es uno de los síntomas que indican que un niño puede padecer esta enfermedad. Sin embargo, es necesario precisar que no toda persona pálida tiene anemia, pues puede ser el color de piel natural o una manifestación de alguna alergia en la piel, como la dermatitis atópica.

3. Ser aislado y tener pocos compañeros. Los niños que sufren de anemia tienen mayor dificultad para interactuar socialmente, son introvertidos y dependen más de lo normal de sus padres y cuidadores.

4. Cansancio o frecuente fatiga. Este es una de los síntomas que los médicos tienen en cuenta para diagnosticar esta enfermedad ya que la medición de la frecuencia cardiaca es posible detectar anormalidades causados por la anemia.

5. Sueño excesivo. Si su hijo duerme las ocho horas recomendadas por los expertos y nota que sufre de somnolencia constante, es importante que consulte con su pediatra de confianza y no tome decisiones de auto medicación ni recurra a suplementos nutricionales. 

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