El concepto de densidad versus energía realmente puede ayudarte a controlar la ansiedad, perder peso y no recuperarlo nuevamente.

Pérdida de peso con más comida y menos calorías

Cuando intentas perder peso, el objetivo es consumir alimentos con baja densidad de energía. Eso significa que puedes comer un volumen mayor de alimentos con más bajo contenido calórico, lo que te ayuda a sentir más lleno y menos ansioso.

La clave de la densidad de energía y de la pérdida de peso

En lo referente a que los alimentos tengan alta o baja densidad de energía, hay tres factores principales que desempeñan un papel importante:

Agua: las frutas y las verduras generalmente tienen alto contenido de agua, lo que aporta volumen, pero no calorías.

Fibra: los alimentos con alto contenido de fibra no sólo proporcionan volumen, sino que también se digieren en más tiempo, lo que te hace sentir satisfecho por un tiempo prolongado y con menos calorías.

Grasa: la grasa tiene alta densidad de energía. Una porción de mantequilla, por ejemplo, contiene casi la misma cantidad de calorías que 2 tazas de brócoli crudo.

La densidad de energía y la pirámide alimenticia

Cambiar los hábitos del estilo de vida nunca es fácil, y crear un plan alimenticio usando el concepto de densidad de energía no es una excepción.

Verduras: la mayoría de las verduras tiene baja cantidad de calorías, pero gran volumen o peso. Muchas verduras contienen agua, lo que aporta peso sin calorías. Algunos ejemplos de esto pueden ser los vegetales de hoja, los espárragos, los frijoles verdes, el brócoli o la calabacita.

Frutas: prácticamente todos los tipos de fruta encajan en una dieta saludable, pero algunas tienen menos calorías que otras. Las frutas frescas, congeladas o enlatadas sin sirope o almíbar son buenas opciones.