Sistema de semicubierta, una alternativa para cultivo de tomate

Con su primera aplicación se logró determinar un mejor rendimiento en la productividad; se estableció, además, que a partir de esta práctica se llega a conseguir la reducción en el uso de pesticidas.

Las condiciones climáticas imperantes, ya sea en épocas de sequía o lluvia, afectan la productividad de los cultivos por los cambios extremos de temperatura y humedad, las cuales, a su vez, favorecen el ataque de insectos plaga y enfermedades.

Los productores, al verse enfrentados a estas dificultades, optan por utilizar una mayor cantidad de plaguicidas y fertilizantes para lograr mayor productividad, lo cual no solo incrementa los costos de producción, sino que además disminuye la rentabilidad y causa un deterioro al medio ambiente.

Es así como surgen nuevas alternativas de cultivo que promueven la producción de tomate, asegurando el aumento en el rendimiento y calidad del producto, por lo que la producción bajo condiciones protegidas con semicubiertas surge como solución a estas problemáticas.

En que consisten

La producción bajo semicubiertas, también llamada de “semitechos”, es una tendencia tecnológica para enfrentar la inestabilidad del clima, ya que protege a las plantas de las lluvias continuas, especialmente al disminuir la incidencia de enfermedades fungosas limitantes en la producción.

Así mismo, según lo expresa el ingeniero agrónomo Andrés Bernardo Garzón, los sistemas de semicubierta se convierten en una forma muy práctica de producción, debido a que estas estructuras son eficientes comparadas con cubiertas plásticas, puesto que son de bajo costo y fáciles de instalar, lo cual hace que estén al alcance de pequeños y medianos productores.

Proyecto piloto en Falan

La implementación de sistemas de semicubierta en la finca Los Laureles, ubicada en la vereda San Antonio, en Falan, arrojó resultados favorables en cuanto a la producción de tomate.

Según Andrés Bernardo Garzón, ingeniero agrónomo que lideró esta investigación, a través de este proyecto se analizó distintas variables, entre estas rendimiento, calidad e incidencia de enfermedades.

La investigación se elaboró utilizando un sistema de tutorado tipo holandés, en el que se manejó plantas de un solo tallo y una alta densidad de plantas por hectárea, a partir de los cuales se pudo comprobar que la utilización de este tipo de sistemas inciden en el mejoramiento de la producción en zonas donde llueve frecuentemente y con alta incidencia de enfermedades.

“Se pudo concluir que la utilización de estos sistemas ayuda a obtener una mejor calidad y un mejor estado fitosanitario del cultivo, aspectos bastante importantes, sobre todo si tenemos en cuenta que la producción de tomate en el Tolima es muy baja”, indicó Garzón.

Tras esta prueba piloto, se logró determinar un mejor rendimiento en la productividad, razón por la que, afirma Garzón, estas iniciativas deben masificarse a fin de mejorar la producción de este importante cultivo que sigue rezagado, respecto a otras regiones del país.

Beneficios

Según Garzón, los beneficios de estos sistemas son múltiples, pues, por un lado, incrementan el rendimiento de los cultivos por unidad de área, se reduce el uso de pesticidas y se disminuyen los costos de producción. La utilización de la semicubierta fue complementada con riego por goteo, que permitió un uso más eficiente del agua.

Este proyecto contó con un ciclo de ejecución, en campo, de aproximadamente seis meses, tiempo en el que se lograron varios beneficios, entre estos enseñar a los agricultores lugareños sobre esta técnica y sus diversas ventajas, toda vez que esta zona posee dificultades en cuanto a disposición de agua.

El incremento de la productividad fue uno de los logros más significativos de la implementación de semicubiertas, pues al llevarse a escala por hectárea, se comprobó que con la utilización del híbrido calima se logró una productividad de casi 120 toneladas de tómate por hectárea.

Por otra parte, a partir del experimento también se permitió identificar que en este mismo sistema a campo abierto y sin semicubierta, hubo una diferencia de alrededor del 50 por ciento, hecho que demuestra la eficacia de esta práctica en la agricultura.

Cómo se construye

Preparación del lote: delimitar un área con utilización de labranza convencional. Fueron construidas 12 camas con una altura de 0,4 m cada una. El ancho por cama fue de 0,7 m con una longitud de 20 m y una distancia de centro entre camas de 1,65 m, quedando un ancho de 0,95 m para las calles.

Sistema de riego y fertilización: para el suministro de agua y nutrientes se utilizó el sistema de riego por goteo, utilizando cinta calibre 8000 con emisores separados a 0,10 m y una descarga de 0,75 L/h.

Acolchado: se utilizó agromoulch AX calibre 1 color negro de 1.20 metros de ancho sobre las camas.

Sistema de semicubiertas: fueron construidas con las siguientes especificaciones:

-Ahoyado: consistió en realizar huecos por el centro de cada cama a 80 cm de profundidad, separados cada 3 m.

-Corte y perforación de guadua: la altura de las semicubiertas utilizada fue 2.5 m, para lo cual se cortó guaduas de 3,3 m de longitud. Posteriormente, se realizó en cada guadua una perforación que dista de 28 cm de la parte apical, y del mismo diámetro de la varilla de hierro.

-Inserción de varillas y puesta del orillo: posterior a la perforación de la guadua, fue introducida una varilla en cada orificio, formando así una estructura para un techo a dos guaduas.

-Enterrado de guaduas: posteriormente se llevó a cada guadua sobre los huecos y se enterraron a 0.80 m bajo el nivel del suelo.

-Formación de estructura: posteriormente se procedió a darle forma al techo.

-Emplasticado: formada la estructura, se ubicó el plástico calibre 6 agroplas N. La cubierta se fijó desde la primera columna.

-Refuerzo de estructura: ginalmente, se colocaron pie de amigos a dos metros de cada extremo de las cubiertas con alambre galvanizado calibre 12, con el fin de dar mayor fortaleza a la estructura.

-Trasplante: se realizó a los 30 días de sembradas las plantas en las bandejas.

-Densidad de siembra: se dispuso de una doble línea de plantas sobre la cama. La distancia entre plantas entre surcos fue de 1,45 m entre líneas de siembra de 0,20 m.

Tutorado: el sistema de tutorado utilizado fue el tipo holandés. Este sistema se montó utilizando las columnas de guadua, dispuesta cada 3 m, como tutores. Se utilizó una doble línea de alambre calibre 16. 

Credito
EL NUEVO DÍA CON INFORMACIÓN DE REVISTA ASIATOL

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