Agro debe mermar su huella de agua

Archivo - EL NUEVO DÍA
Para los expertos, la optimización del recurso hídrico debe imponerse en el sector agrícola, pues consume de manera significativa el líquido. Se habla que la agricultura sostenible está llamada a imponerse para racionalizar el agua que será cada día más demandada en el planeta.

Si se toman las cifras de Naciones Unidas en lo concerniente al consumo de agua, se podría decir que la agricultura del mundo es, literalmente, acuática.

Y no es para menos, pues las estadísticas muestran que el agro del mundo, incluyendo al de Colombia, se está llevando la mayor tajada del agua del planeta tierra.

Según la ONU el sistema de riego en el agro representa el 70 por ciento de las extracciones de ese recurso.

La producción de alimentos consume el 30 por ciento de la energía mundial, que en su mayoría se produce de manera hidráulica.

En lo concerniente a Colombia, tomando datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, “la extracción hídrica en Colombia es superior a los 11.767 kilómetros cúbicos de los cuales más del 50 por ciento del total se deriva del sector agrícola”.

En el país, la agricultura consume más agua que sectores como el de energía, doméstico, acuícola, pecuario, industrial y servicios.

Pero como la gran demanda es la producción de alimentos, para los expertos mundiales la situación empeoraría con el pasar de los años, por una simple fórmula: en el planeta cada día hay más personas que alimentar. Las cifras para ese episodio son tozudas.

Para la ONU, en menos de 40 años, tal y como van los promedios, la población mundial superaría a los nueve mil millones de personas, algo así como un 40 por ciento más de la existente.

Lo anterior significa que se tendrá que aumentar en un 60 por ciento la producción mundial de alimentos para copar ese requerimiento.

¿Qué se puede hacer para ahorrar agua en el agro? Según Henry Parra Rodríguez, líder de extensión Rural del Comité Departamental de Cafeteros, los logros más significativos se han dado en la etapa de poscosecha, principalmente, a la hora de beneficiar el grano.

Hoy en los beneficiaderos ecológicos y empleando la técnica Ecomill se logra obtener un kilo de café pergamino seco con solo la utilización de un litro de agua, cuando años atrás se requerían 40 litros.

“Se volvió al fermentado, tal y como lo hacían los abuelos, lo que permitió recuperar la calidad y además, obtener un producto ecológico”, dice el caficultor.

Con respecto al riego, explica que debe ser mucho más milimétrico, como por ejemplo, microgoteo, goteo o aspersión, los cuales permiten concentrar producciones, que serían ideal para el desarrollo de polos de producción.

Nivelaciones

Para Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, desde 2010 se viene trabajando el modelo de Adopción Masiva de Tecnología, Amtec, el cual ha generado ahorros por hectárea del 50 y 30 por ciento en fertilizantes, 30 por ciento de costos y 40 por ciento de insumos; y además, se han logrado incrementos en la producción de entre una y dos toneladas.

“Se tenía la creencia que sin agua no hay arroz y eso en parte es cierto, pero con Amtec hemos mostrado que el requerimiento de agua para una hectárea se puede bajar el 50 por ciento. El programa ha mostrado que de utilizar 29 mil metros cúbicos por hectárea hemos pasado a 12 mil metros cúbicos”, cuenta.

Según él, lo anterior se ha logrado con nivelación láser de los terrenos, metodología que se ha especializado y está empezando a masificarse.

Según Hernández, se trabaja para que esa tecnología sea más eficiente, al punto que se busca que la utilización de agua por hectárea no sea superior a los ocho mil metros cúbicos.

Hernández agregó que cuando se perfeccione el Amtec y se aplique en el país arrocero, el ahorro de agua será una línea a seguir en la Colombia agrícola.

Estrategias sostenibles

De acuerdo con Javier Sabogal, especialista en Economía Verde de WWF-Colombia, en el país el área cultivada con infraestructura para el riego llegó a 524 mil hectáreas en 2011, siendo el arroz el de mayor cobertura ya que llega al 22%.

En datos consignados en el www.elheraldo.co en ese orden le siguen el maíz (13%), el arroz (12%) y el plátano y la caña de azúcar (11% cada uno).

“El sector agrícola puede convertirse en el punto de partida para la creación de estrategias de gestión sostenible del agua, que a su vez gestionen los riesgos a los que se encuentran expuestas comunidades, sectores productivos y gobiernos”, dijo el experto.

De acuerdo con el Ideam, para el 2015 se estima que la demanda de agua a nivel urbano tenga un incremento de 283% frente a las cifras que se tenían en el 2000 y que solo llevaban al 37%. En el campo, la demanda hídrica será del 32% para la agricultura, 10% para actividades pecuarias y el 7% para actividades de riego a menor escala.

Huella hídrica

Si bien las cifras son materia de discusión entre los investigadores, las aportadas por el Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de California, han sido las más calculadoras.

Por ejemplo, para producir un kilo de carne bovina se requieren tres mil 700 litros de agua.

Lo anterior, para los investigadores, es un gasto escandaloso que supera al requerimiento de los cereales. Para identificar esa cifra se adentran en la llamada “huella hídrica”, un indicador del uso del agua.

Esa medida tiene en cuenta el uso directo e indirecto por parte de un consumidor o productor.

“La huella hídrica de un individuo, comunidad o comercio se define como el volumen de agua dulce que se usa para producir bienes y servicios consumidos”, se consigna en www.huellahidrica.org.

Credito
REDACCIÓN AGROPECUARIA

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