Vacunación del ganado: más que un gasto, una inversión

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Al menos 14 enfermedades se han identificado dentro del rango de control no oficial del ICA, que están presentes en todas las regiones del país y que causan impacto en la producción y reproducción de los animales.

La vacunación es una herramienta efectiva para el control de enfermedades en la especie humana y animal. Los países desarrollados, mediante una rigurosa aplicación de programas de vacunación, han conseguido minimizar la incidencia o incluso erradicar enfermedades altamente contagiosas y que afectan la economía de los productores y el comercio entre los países.

Colombia, a través del ICA, ha logrado importantes avances en el control de las enfermedades en los animales, con los programas de vacunación certificados por la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE.

Según el ICA, la vacunación ayuda en gran medida a reducir las enfermedades y la mortalidad en los predios dedicados a la producción animal y a construir patrimonio y bienestar a los ganaderos, a través de las ventas de los productos y subproductos de origen animal.

Las enfermedades que han sido declaradas de control oficial en Colombia y para las cuales se debe vacunar obligatoriamente son: fiebre aftosa, brucelosis bovina, rabia silvestre, enfermedad de Newcastle, encefalitis equina venezolana, peste porcina clásica y estomatitis vesicular

Cobertura superior al 90%

En el país, según el ICA, la población bovina está distribuida en 495 mil 609 predios y constituida aproximadamente por 24 millones de animales. En ellos, las coberturas de vacunación del primero y segundo ciclo de 2014 se mantuvieron por encima del 90%; primer ciclo: 94.1% en predios y 95.7% en animales y segundo ciclo, 94.3% en predios y 95.9% en animales.

En lo que tiene que ver con la fiebre aftosa, la Ley 395 de 1997, que declaró de interés social nacional la erradicación de esta enfermedad, estableció nuevas fuentes para la financiación y consolidación de la estructura del programa en el sector privado como apoyo del sector oficial.

El Programa Nacional de Fiebre Aftosa establece que la vacunación se realice en forma obligatoria, cíclica y masiva en todos los animales de las especies bovina y bufalina, independientemente de su edad.

De acuerdo con la Ley 395 de 1995, la vacunación se realiza en dos ciclos anuales, autorizados por resolución de la Gerencia General del ICA, los cuales se realizan en los meses de mayo-junio y noviembre-diciembre, respectivamente, cada uno con una duración de 45 días.

Asociaciones como Asocebú se han unido a este plan sanitario y aseguran que el proyecto desarrollado por la entidad está enfocado principalmente en el control, prevención y erradicación de las entidades que afectan los diferentes sistemas de producción ganadera y en reforzar las medidas de manejo y diagnóstico de laboratorio, para disminuir los factores de riesgo que afectan la sanidad del ganado.

Agregaron que los esquemas de manejo, vacunación y desparasitación son generales y se deben adaptar e interpretar a cada predio o región en particular, ya que la epidemiología de una enfermedad varía de una región a otra e incluso entre predios.

Por su parte Fedegán asegura que los avances en el tema y la disminución de los costos para el ganadero se han disminuido. “Se han dado hechos fundamentales, representados en los beneficios entregados a los ganaderos del país. En primer lugar, estableciendo un método de compra y distribución de la vacuna que ha permitido su aplicación a un costo muy por debajo del mercado, no solo nacional sino internacional, comparado con los países del continente que ejecutan programas similares al nuestro.

Mientras en Argentina un productor paga US$1.31 por vacuna aplicada, en nuestro país se paga menos de la mitad de este precio, un equivalente a US$0.55, lo cual es un enorme beneficio para el productor”, explicaron miembros de la entidad.

Credito
BOGOTÁ

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