Productividad cojea en sectores del agro

La falta de presupuesto para desarrollo e investigación en el agro colombiano ha llevado a la postración a varios sectores, en lo concerniente a productividad. En ese renglón, incluso, somos superados por varios países de la región.

REDACCIÓN AGROPECUARIA

La productividad del sector agropecuario, salvo en tres sectores, no solo es débil frente a los Estados Unidos, sino que además en muchos casos ocurre de igual manera, si se compara con otros países de la región.

Según los analistas, el país se frenó hace 15 años, pues la designación presupuestal para investigación es casi nula y el presupuesto del agro, año a año, es menor. Muestra de ello se palpa desde 2015, al pasar de 1,8% a 0,7% en el presupuesto proyectado para 2017.

En 2016, los recursos públicos para la agricultura cayeron 31% ($1,2 billones menos) y en 2017 esa merma será del 37%.

En los países desarrollados, aparte de las investigaciones privadas en agro, cerca del 3,5% del PIB se destina para ese objetivo, mientras que en Colombia solo es del 0,12%.

Los analistas estiman que sin mejoramiento genético y tecnología, no hay productividad por metro cuadrado para competir.

De más a menos

Los palmicultores eran más productivos en tiempos pasados. Hace 15 años lograron 4,2 toneladas de aceite por hectárea; ahora, podrían cerrar el 2017 entre tres y 3,2 toneladas.

De acuerdo con León Darío Uribe, empresario palmero del Magdalena Medio y directivo de Fedepalma, en productividad en palma, Colombia ha venido cayendo de manera drástica en los últimos años, debido a tres factores sustanciales: crecimiento desmedido del área, falta de capacidad técnica o conocimiento para manejar el cultivo y la incidencia de las enfermedades pudrición de cogollo (PC) y marchitez letal.

“Malasia, con palma vieja y en zonas marginales, produce cuatro toneladas de aceite por hectárea, e Indonesia, con palma joven, está entre 4,2 y 4,5 toneladas por hectárea”, agregó.

El directivo dijo que estamos entre un 25% y 30% por debajo, y tener solo 3,2 toneladas no es una cifra buena para un país palmero.

“Por ‘El Niño’, al cierre de enero - septiembre de 2016 se tuvo una merma de 90 mil toneladas de aceite, frente al mismo periodo de 2015”, sostuvo.

Estimó que “los palmeros tienen dos San Benito”: la caída de la productividad y unos costos altos (mano de obra e insumos).

Poco tiempo y mucha carne

Según José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en productividad, frente a los inmediatos competidores en leche y carne, el promedio nacional están muy lejos de ser competitivo.

Por ejemplo, Estados Unidos, el mayor productor de carne del mundo, sacrifica canales de 310 kilos en 17 meses, y en leche el promedio por vaca tecnificada es de 37 litros. La tasa de natalidad allí es del 80%.

“En Colombia, en leche especializada, se llega a 20 litros, y un cebador de ganado muy tecnificado demora 36 meses para obtener canal de 240 kilos”, agregó.

Y la leche no tecnificada, que está en manos de miles de productores en el país, tiene una media de tres litros, lo que significa que no compite ni acá ni con ningún país del mundo.

Frente a Uruguay, Argentina y Brasil, estamos igualmente lejos.

“Brasil pasó a confinamiento, y produce el alimento para sus animales mediante una agricultura moderna y tecnificada. Puede obtener novillos de 22 meses, con canales de 310 kilos”, aseveró.

Lafaurie Rivera explicó que es difícil competir, pero, por ejemplo, hay factores como la tasa de cambio, que dobló la competitividad, y “el país, como va, tendrá un dólar de $4.000 ante el déficit de la cuenta corriente y la balanza de pagos”, agregó.

Un 50% menos

Henry Vanegas Angarita, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cerealistas y Leguminosas, Fenalce, dijo que la productividad en maíz del país está en 5,5 toneladas por hectárea como media, mientras que Estados Unidos obtiene 11 toneladas; Argentina, ocho toneladas, y Brasil, siete toneladas.

En fríjol arbustivo, Colombia llega a 1,2 toneladas por hectárea y 1,8 toneladas con voluble, frente a 3 toneladas que obtienen los americanos. En soya, estamos en 2,5 toneladas por hectárea contra las 3,5 toneladas de Argentina, Estados Unidos y Brasil.

“El problema más grave que afronta el sector es que se dejó de investigar, sumado a que la división entre ICA y Corpoica nos llevó a un rezago de 20 años. Con solo mejoramiento genético se puede producir más, y muestra de ello es que Estados Unidos, en 1936, obtenía 1,8 o dos toneladas por hectárea (lo que producen los agricultores marginales colombianos con sus variedades criollas) y hoy tiene, como promedio, 11 toneladas por hectárea de maíz”, agregó.

Para el directivo, en los países desarrollados, si se mira el crecimiento en rendimiento y el de inversión en investigación, se tienen dos curvas paralelas, la una en millones de dólares y otra en kilogramos por hectárea.

Los mismos niveles

La productividad en avicultura (niveles de conversión de alimento a carne, número de huevos por ave ponedora, tecnología y genética) es muy parecida, por no decir igual, a la de Estados Unidos y los países de la región.

De acuerdo con Andrés Valencia Pinzón, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores, Fenavi, en términos de productividad no hay nada que envidiar; pero la gran diferencia radica en que no se tienen materias primas locales, y eso conlleva a que los costos de producción sean más altos por la importación. Para poder llegar a EE.UU. se tendría que analizar el costo de los fletes, que son muy altos, y superado el problema de accesibilidad, se podría competir en pechuga, mas no en cuartos traseros de pollo.

“Frente a los productores de la región, la avicultura colombiana está mejor. De abrirse el mercado de Venezuela, hay muchas posibilidades para el pollo y el huevo, como se hizo en el pasado, cuando éramos proveedores naturales”, agregó.

Las posibilidades de colocar producto en países vecinos son muy altas, máxime cuando se tienen desarrollos avícolas importantes en pollo y huevo en cercanías a zonas de frontera, como ocurre con el norte del Cauca y Valle, y Santander.

50% del área es tecnificado

Según Rafael Hernández Lozano, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, Colombia está bien en materia de productividad arrocera frente a Estados Unidos y los países de la región; pero existe una gran diferencia en rendimientos entre los países tropicales (Colombia) y los de las zonas templadas (Estados Unidos, sur de Brasil y Uruguay), porque estos tan solo tienen una cosecha al año, aunque con mucha más luminosidad.

Brasil y Uruguay pueden estar por el orden de las seis toneladas, y Estados Unidos oscila entre las ocho y las nueve toneladas por hectárea tecnificada.

“En Colombia, en arroz riego, se cosechan seis o siete toneladas y se hacen dos cosechas al año. Frente a Ecuador, Venezuela, Perú y países centroamericanos, estamos a buen nivel”, agregó.

Los arroceros trabajan el Amtec (programa de tecnificación), lo que les ha permitido aumentar el rendimiento y bajar los costos un 30%.

“Nos estamos enfocando en competitividad y producir el kilo de arroz al mismo precio que lo obtienen los americanos. Uno no pude medir la competitividad por kilogramos por hectárea. El Amtec busca reducir los costos por hectárea y aumentar los rendimientos entre una y dos toneladas”, agregó.

Hernández Lozano dijo que si el país arrocero se estabiliza en 6,5 toneladas por hectárea, con un costo de menos US$340 en la tonelada de paddy seco, se estaría al mismo nivel de Estados Unidos.

“Y no estamos lejos de lograrlo, porque de las 450 mil hectáreas que son sembradas en Colombia, se tienen 200 mil hectáreas bajo el programa Adopción Masiva de Tecnología (Amtec) y con producciones a bajo costo”, agregó.

Credito
EL NUEVO DÍA

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