Víctimas y victimarios frente a frente en Soacha

Crédito: Colprensa
En la Plaza Central de Soacha, lugar donde se dieron a conocer los ‘falsos positivos’ hace 14 años, tres militares reconocieron su responsabilidad por estos hechos, cara a cara, frente a las madres y hermanas de las víctimas.
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En el mismo escenario estaban las víctimas y como no se había visto antes, con camisetas blancas con el mensaje: “Dime la verdad” y las fotos de sus familiares. Del otro, tres exmilitares con un arreglo floral en sus manos.

Ante esta imagen Cecilia Arenas, hermana de Alexander Arenas, asesinado el 21 de febrero de 2008, le envió un mensaje de reconciliación al país. “Como ustedes pueden ver, víctimas y victimarios queremos demostrar que la paz es posible”.

Este encuentro, que se denominó 'Reconocimiento de responsabilidades sobre las ejecuciones extrajudiciales en Bogotá y Soacha', se realizó tras varios años de trabajo y es el último que realizará la Comisión antes de la entrega del informe final en junio

No fue fácil llegar a este punto

Durante el encuentro, algunas víctimas como Carmenza Gómez, madre de John Nilson Gómez Romero, asesinado el 2 de marzo de 2008, explicó que llegar a este punto de tener frente a frente a los victimarios de su hijo no fue fácil.

“Hoy no siento odio por ellos. La primera vez que fui a una audiencia, yo quería matarlos. Quería matarlos porque me habían quitado a uno de mis seres queridos, a mi hijo adorado. Hoy no, hoy puedo hablar con ellos. Pude hablar con uno de los reclutadores. Es un proceso largo que se ha hecho”, dijo.

Dentro de su intervención, Carmenza aprovechó para recordarle a todas las personas que su hijo y los jóvenes que se llevaron a Ocaña para pasarlos como ‘Falsos Positivos’, no eran guerrilleros.

“Mi hijo y los jóvenes que se llevaron del campo y las regiones no erán guerrilleros, no erán delincuentes como tal vez lo dijo Uribe en 2008, que los jóvenes que se habían ido para Ocaña, lo habían hecho para delinquir, que falsedad doctor Uribe, que se tiene que comer sus palabras”.

Flor Hilda Hernández, madre de Elkin Gustavo Verano, asesinado el 13 de enero de 2008, leyó un poema que ella le escribió a su hijo: “Has dejado aquellas manos que derramaron ríos de sangre inocente, soñar y reverdecer en medio de la verdad”.

Además, leyó el último mensaje que le dejó su hijo. “Diploma otorgado a Flor Hilda Hernández en el grado de madre incansable. Incansable eres de noche y días, porque no solo en mi niñez, en mi juventud, aún cuando soy adulto soy para tí un niño que cuidas con esmero”, leyó con la voz entrecortada.

Flor Hilda entregó a los tres agentes del Estado presentes en el acto de reconocimiento una esquela en la que se leía: “El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa, alcanzará misericordia”.

Zoraida Muñoz, otra de las víctimas que intervino durante esta diligencia, dijo que todavía está en un proceso de perdón, pero para esto se necesita sinceridad. “Y eso es lo que no hemos visto, porque ellos todavía tienen gente que los acosaba para que dieran resultados y hoy ustedes callan a esas personas que están encubriendo para no decir la verdad completa”.

 

 

 

¿Qué dijeron los militares?

El excomandante de la Trigésima Brigada del Ejército, Paulino Coronado, reconoció ante las madres de Soacha que

sus hijos no eran guerrilleros. “La verdad duele, la verdad pega duro, la verdad no se acepta, pero si queremos tener un mejor futuro, un mejor país, tenemos que reconocer la verdad. Estoy aquí para reconocer los crímenes en contra de sus hijos”.

Bajo esta línea, Coronado pidió asumir las responsabilidades por los hechos cometidos por nuestros subalternos.

“Nosotros estamos para impedir que situaciones criminales, como las que se sucedieron y son innegables, en la que sus hijos y familiares son víctimas. En nuestra posición de garantes hemos fallado y hay que corregirlo”.

Bajo esta línea habló el coronel (r) Gabriel de Jesús Rincón Amado, excomandante de la Brigada 15 del Ejército, quien dijo que sí se cometieron estos crímenes, con el fin de enaltecer cifras y que él se prestó para ocultarlos.

“Hoy con estas plantas, con estas flores, queremos demostrarles a cada uno de ustedes, madres, hermanas, familiares de estos jóvenes que perdieron la vida, que así como esta planta surge frente a los embates del clima, de la misma humanidad, y del mismo desarrollo para querer salir y querer mostrarse ante el mundo, con unos ojos bonitos, así han sido cada uno de ustedes frente  a la gran lucha que por 14 años han desarrollado que sus familiares no erán, ni fueron ni pertenecieron a ninguna organización criminal, ni eran bandidos”, expresó Rincón Amado.

Por su parte, el sargento en retiro Sandro Mauricio Pérez, oficial del Batallón Francisco de Paula Santander, dijo que es responsable del dolor que sienten las madres de Soacha. “Estos jóvenes son víctimas de una falsa ilusión, que creyeron en falsas promesas, que nunca y jamás pensaron que con esa falsa ilusión iban a ser asesinados y esa es mi responsabilidad”.

 

Credito
Colprensa / Redacción web.

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