Jovencito de 18 años murió de forma trágica camino a su casa: piso un cable y se electrocutó

Crédito: El Universal Cartagena / El Nuevo Día.
Sus amigos intentaron ayudarlo pero fue poco lo que pudieron hacer. El joven estudiante de 18 años murió en Coyongal (Bolívar), en este hecho sucedido ayer.
PUBLICIDAD

Jorge Andrés Gallego Martínez, de 18 años, junto con varios de sus amigos echaban un ‘picadito’ de microfútbol en el polideportivo del corregimiento de Coyongal, jurisdicción de Magangué. Eran las 8 de la noche de ayer.

Tras jugar por varios minutos, al parecer, los fuertes vientos que anunciaban un noche lluviosa hicieron que los jugadores dieran por terminado el partido y decidieron irse para sus casas. Gallego Martínez hizo lo mismo.

Hay quienes aseguran en Coyongal que faltaba poco para llegar a su casa cuando la tragedia se le atravesó en el camino. Un cable de baja tensión, que se había desprendido de un poste y cayó al suelo, al parecer, como consecuencia de la brisa que sacudían a la población a esa hora, fue pisado por Jorge Andrés. Tras recibir la fuerte descarga eléctrica gritó, pero quienes estaban cerca de él, de manera infructuosa trataron de “despegarlo” utilizando palos y otros elementos pero todo fue en vano. Su deceso de produjo en el acto.

Aseguran que un perro que pasaba por el lugar también corrió con la mala suerte de Jorge y falleció.

 

Redes sin mantenimiento

La comunidad quedó conmocionada y por este lamentable suceso ya que hay quienes comentan que la caída de cables en la población es muy común ante la falta de mantenimiento de la empresa de energía.

Una vez se pudo, amigos y familiares en medio del profundo dolor trasladaron el cuerpo al puesto de salud de Coyongal y de allí fue trasladado a la morgue de Medicinal Legal en Magangué. Mañana le darán cristiana sepultura en su pueblo natal.

Según informó Roviro Donado Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento, es necesario que la empresa Afinia realice los mantenimientos necesarios en la redes eléctricas y transformadores, pues hay que evitar una tragedia similar.

El joven, que cursaba grado 11, era muy querido entre sus amigos del colegio ya que era amigable y gozaba de muy buen sentido del humor.

Credito
El Universal Cartagena / El Nuevo Día.

Comentarios