Tras la monstruosa masacre vivida en Landázuri habla la única sobreviviente

Crédito: Archivo / El Nuevo Día
La empleada de la familia Díaz Acuña, la única sobreviviente de la monstruosa masacre perpetrada en la vereda Buenos Aires , es quien tiene la verdad de la barbarie que estremeció a todo el país.
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No se sabe si fue por la deuda de una motocicleta, un robo o un hecho de intolerancia, que el docente Álvaro Díaz Pineda, su esposa y sus dos hijos fueron torturados, degollados e incinerados.            

La única sobreviviente de la monstruosa masacre perpetrada en la vereda Buenos Aires de Landázuri, Santander, tendría la verdad o detalles importantes para entender los hechos de barbarie que estremecieron al departamento y todo el país.

La mujer, quien era la empleada de la familia Díaz Acuña, logró escapar del ataque que habrían cometido cinco ciudadanos venezolanos. Permanece en el Hospital de Landázuri bajo protección, por ser la testigo excepcional del aberrante crimen del docente Álvaro Díaz Pineda, su esposa Loiden Acuña Pérez, su hijo Johan Sebastián Díaz Acuña y su hija de 13 años.

El horroroso episodio causó un cruento desenlance. La comunidad del corregimiento de Plan de Armas, enardecida, tomó justicia por mano propia. Lincharon a cuatro de los cinco señalados asesinos hasta acabar con sus vidas. Ocho personas resultaron muertas por hechos que no ha podido ser esclarecidos y de los cuales rondan confusas y diferentes versiones sobre los motivos que lo suscitaron. 

 ¿Qué pasó?

En horas de la madrugada del domingo, el docente Pineda, su esposa y sus dos hijos, fueron torturados y degollados con armas blancas. Luego los homicidas le prendieron fuego a los cuerpos de las cuatro víctimas, al parecer, para borrar la evidencia. Todo ocurrió al interior de la finca en la que residía la familia. 

 La empleada doméstica pudo escapar y dar aviso la comunidad del sector de Miralindo. Cuando acudieron a la finca, los habitantes se horrorizaron con la escena de los cadáveres calcinados.

El crimen fue reportado a las autoridades a las 3:30 de la madrugada. En horas de la mañana del domingo, el Coronel Franklin Cruz, Comandante de la Policía de Santander comunicó a los diferentes medios que la vereda Buenos Aires está ubicada a cuatro horas del casco urbano de Landázuri y el acceso solo era posible en motocicleta.

Mientras Policía y Ejército Nacional se desplazaban al apartado lugar, los landazureños decidieron buscar por sus propios medios a los responsables y no dejarlos escapar.

Se organizaron en grupos y se desplegaron por los distintos caminos veredales. A dos kilómetros de Miralindo, por la vía que conduce al corregimiento de Plan de Armas, lograron retener a dos de los presuntos asesinos. Los golpearon hasta causarles la muerte.

Horas más tarde, en la vereda Las Delicias, fueron hallados asesinados de tiros de gracia otro hombre y una mujer, quienes también serían los involucrados en la masacre. 

La menor habría sido abusada

Mauricio Martínez, secretario de Comunicaciones del Sindicato de Educadores de Santander SES, señaló que la niña de 13 años habría sido violada por los agresores. Sin embargo, las autoridades no lo han confirmado.

¿Fue por la deuda de una motocicleta, un robo o un hecho de intolerancia?

Lo que se dice de las cinco presuntos autores del crimen, es que serían trabajadores de la finca del docente Pineda y eran de nacionalidad venezolana. Según indicó en rueda de prensa John Jaime Ruiz, secretario del Interior de Santander, “el docente estaba departiendo con un grupo de conocidos en su finca. En la reunión se habría desatado una discusión y posteriormente una riña que terminó en tragedia”.

La otra versión que se investiga, apunta a que los sujetos habrían llegado a la finca con la intención de cometer el robo de un dinero que habría obtenido recientemente el docente producto de un negocio. Al negarse a entregarles el dinero, los delincuentes cometieron el brutal ataque contra él y sus seres queridos. 

El tercer indicio estaría relacionado con el supuesto cobro por la deuda de una motocicleta por parte de los ciudadanos extranjeros. Al rehusarse a pagar, habrían decidido arremeter contra la familia.

 

Toque de Queda y Ley Seca en Landázuri

 La masacre de Landázuri, la número 77 que se registra en el país durante este año, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz Indepaz, difícilmente podrá superarse. El acto inhumano cometido contra cuatro personas de una misma familia y la justicia por mano propia sembraron una zozobra por los límites desmedidos a los que se lleva la violencia.

La procuradora de Santander, Magda Liliana Buendía, exigió a las autoridades celeridad en las investigaciones del crimen de la familia y los hechos posteriores. También se tomaron medidas para controlar el caos desatado.

“De acuerdo a la situación de orden público que se presenta en Landázuri la Procuraduría Regional ordenó al alcalde decretar el toque de queda y solicitar al Ejército Nacional acompañamiento y junto con la Policía, entregar un informe de lo ocurrido”, dijo la funcionaria. 




 

Credito
Vanguardia

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