Millonarios, el equipo del fútbol profesional colombiano con 13 títulos obtenidos en la liga nacional, anunció que no renunciará a los dos títulos obtenidos en la década de los años 1980 cuando narcotraficantes pusieron dinero en el club.

"Luego de un detenido análisis de la propuesta y reconociendo el profundo contenido ético de la misma, la Junta Directiva decidió mediante el voto favorable y unánime de todos sus miembros: no devolver las estrellas de los campeonatos ganados por Millonarios", dijo en un comunicado.

El pasado 25 de septiembre, el presidente del Club, Felipe Gaitán, dijo que los títulos cuestionados fueron los ganados en 1987 y 1988, años en que los poderosos capos del narcotráfico permearon con sus dineros varios equipos que disputaban el torneo profesional, y en el caso de Millonarios por el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, quien fue dueño del equipo.

"Este es un debate ético, muy preliminar, todavía faltan muchas horas de análisis, de discusión. Está sobre la mesa la discusión sobre la posibilidad de que quedemos únicamente con esos títulos que de alguna manera fueron obtenidos de una manera legal", explicó Gaitán en esa oportunidad.

La propuesta fue mal recibida por el técnico y los jugadores que obtuvieron esos títulos, al igual que entre la hinchada, lo que obligó posteriormente al Club a anunciar que no se tomaría ninguna decisión "sin tener en cuenta a los accionistas, los directivos, las glorias del equipo y a los hinchas azules".

En el comunicado divulgado en el sitio en internet del equipo, el club se comprometió a "rechazar la presencia de dineros ilícitos que hayan estado vinculados en el pasado a Millonarios y reiterar su compromiso de asegurar los más estrictos controles para que nunca jamás haya presencia de dichos dineros".

En la misma década, otros dos grandes equipos, Nacional y América, también fueron permeados con los dineros de los capos Pablo Escobar y los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, jefes de los otrora poderosos carteles de la cocaína de Medellín y Cali, respectivamente.

Gacha y Escobar fueron muertos por las autoridades colombianas, en tanto que los Rodríguez fueron extraditados a Estados Unidos.