Luego de la muerte de tres personas entre el viernes y el lunes pasado en la capital, en riñas atribuidas a aficionados rivales, el alto consejero para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, Francisco Lloreda, planteó llevar las sanciones más allá de la suspensión de los partidos. 

"Si es necesario que se cancele del todo, que se cancele", dijo el funcionario refiriéndose a un encuentro entre Millonarios y Atlético Nacional, que debía jugarse el martes y fue aplazado para el 8 de octubre a raíz de la muerte de dos seguidores del primer club la noche del lunes.

"Y si eventualmente es necesario tomar medidas más drásticas relacionadas incluso con el campeonato mismo, no tengo la menor duda que habrá que tomarlas", añadió.

Dos seguidores de Atlético Nacional de 19 y 22 años murieron apuñalados en el centro y noroeste de Bogotá, al enfrentarse con supuestos hinchas de Millonarios, según las autoridades.

Estos crímenes se registraron luego de que el viernes un hombre de 66 años fuera asesinado a cuchilladas cuando defendía a su hijo en una pelea con un aficionado de Millonarios.

La Fiscalía informó el miércoles que investiga 20 agresiones entre barras bravas cometidas desde enero de 2013 solamente en Bogotá, que dejaron tres muertos, los cuales se suman a los homicidios ocurridos en los últimos días.

El ministro del Interior, Aurelio Iragorri, aseguró el miércoles que esa violencia se origina por un problema de "convivencia", debido a lo cual no se requieren nuevas leyes para sancionarla.

"Hay once leyes que tienen que ver con la seguridad en los estadios. Es un tema de comportamiento y convivencia ciudadana, no es un problema de expedir más leyes y más sanciones. No puede seguir matándose en Colombia porque un ciudadano porte una camiseta de un equipo", afirmó.

Los crímenes en la capital han ocurrido fuera de los estadios, donde el comportamiento de los aficionados mejoró tras el retiro de las mallas que separaban las tribunas de las canchas con motivo del Mundial Sub-20 de 2011.

Un informe de la ONG Corporación Nuevo Arcoiris difundido por la prensa asegura que en Bogotá existen 14 barras bravas que actúan como "pandillas", al disputarse el control de barrios y la venta de droga al menudeo. Esta práctica se replica en otras ciudades.