Perdió con pundonor

Una intoxicación ocurrida la noche del sábado impidió que Juan Pablo Espinel consiguiera ayer su cuarto título del año, puesto que durante el encuentro definitivo estuvo mermado físicamente y no pudo desplegar su juego habitual para terminar perdiendo ante Nicolás Cortés, de Bogotá, con parciales de 6 - 3, 4 - 6 y 0 - 6.

Antes del duelo definitivo, estaba en duda su presencia porque vomitó durante toda la noche luego de comerse unas quesadillas y en las horas previas a la final estaba muy débil; sin embargo, Juan Pablo sacó la casta que tienen los grandes deportistas, se presentó y por poco vence a su rival.

Jaime Cortés, quien desde hace seis meses es el entrenador del tenista Pijao, destacó la actitud de su pupilo pese a la adversidad que presentó.

“Por su estado de salud, yo no quería que se metiera a la cancha, de todas maneras jugó y demostró su categoría. El primer set lo ganó, el segundo se le fue y en el tercero ya no tenía energía. Pero está jugando bien, mejorando su nivel y es indiscutiblemente el mejor tenista de Colombia en su categoría (10 - 12 años)”, expresó Cortés.

El gran comienzo de año que ha tenido Juan Pablo se debe en gran parte al trabajo que está haciendo con Jaime Cortés, quien resaltó “su profesionalismo porque es muy trabajador, los padres lo apoyan mucho y eso hace que él sea un jugador de primera talla. Los resultados lo dicen todo y ha vencido con contundencia a sus rivales”, señaló.

El próximo reto del tolimense será el Torneo Nacional Juvenil Grado 1, que se disputará en Medellín del 19 al 24 de marzo, en el que parte como máximo favorito a pesar de que esté en el quinto lugar del escalafón nacional.

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REDACCIÓN DEPORTES

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