Repunte

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Tras iniciar en medio de las expectativas, la era de Alberto Gamero al frente del Deportes Tolima, tuvo su punto más bajo en el gramado de El Campín, con la goleada por cuenta de Santa Fe, propiciando la reflexión inmediata, que conllevó a la variedad de hombres, apelando a los que venían pidiendo pista y dando descanso a otros para que reencontraran su nivel; pero tal vez la mayor evolución la logró el entrenador al decidir renovar el módulo táctico y aplicar la diversidad en función del rival y sobre todo del contexto; con lo que el estratega samario, retomó su objetivo de dar la pelea por uno de los ocho cupos privilegiados, en ambos torneos; lucro que de forma provisional alcanza, aunque al filo de la navaja, en la Liga y que en cambio, consiguió con incuestionable poder y suficiencia en la Copa.

En medio de esa rápida metamorfosis, aparece la rotación en la zaga, que ya sea con cinco hombres o con cuatro se percibe menos endeble; la más densa en el trabajo por fuera y la habitual cuando se actúa en casa; pero para llegar a que ambas funcionen, el Técnico renovó por los costados y aplicó cierto nivel de ajuste y rotación, apoyado en el empleo de toda su capacidad para poder obtener la fórmula poblada y de los que más acoplados se encuentran para el esquema básico.

No obstante, el rigor de la defensa no solo depende de sí misma, también se sustenta en la fortaleza que ha adquirido la línea del medio campo a cargo de quienes deben cortar y controlar la creatividad del juego opositor, en lo que confluyen con seria ventaja el experimentado que estaba en el olvido y el joven dinámico que en conjunto suman fuerzas para bloquear el paso al oponente y proponer los trazos en procura de dar inicio a la fase ofensiva; es decir que el equilibrio se ha obtenido con el dúo Hurtado – Barrios.

Delante de ese par tan diverso, pero tan sólido, a los restantes se les irá facilitando articular sus condiciones técnicas y de afinar la puntería, serán letales como en la noche del miércoles cuando su eficiencia, arrasó con los “poderosos”, al punto que terminaron invocando el “juego limpio”, cuando su proceder se acercaba con osadía al extremo de lo que es permitido por el reglamento.

Pero tampoco se pueden lanzar voladores y creer que se alcanzó el cielo, dado que lo que se viene es lo más complicado y a los contrarios les tomará interés por analizar cuál es la fórmula que volvió a ser productiva para los que se uniforman con los colores Vinotinto y oro.

En Liga, mañana arranca la segunda fase y se debe acumular un mínimo de 14 puntos más, para dar por cumplida la meta de este campeonato; pero en lo que se viene, se tendrá que medir en Ibagué a un quinteto: Huila, Águilas Doradas, Patriotas, Cali y Millonarios; si se vence a todos, con eso basta; de lo contrario, hay que aruñar unidades afuera, contra: Junior, Fortaleza, Medellín y Petrolera. 

Mientras tanto en Copa, el siguiente contrincante será uno de los verdes, que todavía participan de la Sudamericana y como la ventaja es de Nacional, habrá que dar espera si renace con General Díaz, porque de hacerlo tendrá tres frentes, de lo contrario, se dedicará a lo local y se volverá más difícil, por la extensa nómina y lo que representa en instancias definitivas.

Credito
ROBERTO SANTOFIMIO V. (Acord Tolima)

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