El pelotón, con los grandes favoritos a la victoria final y el actual maillot amarillo, Julian Alaphilippe, llegó retrasado a 16 minutos, pero ese margen no provocó grandes cambios en la parte alta de la general, que continúa encabezada por el corredor francés.

El checo Jan Tratnik finalizó en tercer lugar, a unos diez segundos, liderando un primer grupo de perseguidores en el que se encontraban principalmente los belgas Oliver Naesen y Jasper Stuyven.

En una etapa de 170,5 kilómetros que transcurrió en un día soleado, catorce corredores se escaparon ya en el primer cuarto de hora y luego se unió a ese grupo de destacados el español Marc Soler.

El equipo de Alaphilippe, el Deceuninck, se dedicó a controlar a distancia la diferencia.

El austríaco Lukasz Pöstlberger atacó en cabeza para irse en solitario a 45 kilómetros de la meta.

Pöstlberger, primer líder del Giro de Italia de 2017, fue alcanzado en la última ascensión, la de Saint-Just, a quince kilómetros de la meta.

En la subida, Benoot y el irlandés Nicholas Roche quedaron en cabeza y Daryl Impey se esforzó a fondo para llegar a su altura.

Benoot atacó de nuevo y únicamente Impey pudo seguirle, cuando quedaban ocho kilómetros para el final. En la pugna por la victoria, el sudafricano ganó el pulso al belga.

Impey, de 34 años, consigue así su primera victoria en un Tour de Francia, donde ya había tenido el honor de lucir el maillot amarillo durante dos días en 2013.

El lunes, en la víspera de la primera jornada de descanso, la décima etapa unirá Saint-Flour con Albi (217,5 kilómetros), en un trazado propicio para escapadas o para una eventual llegada al esprint.