Ahora que observa los ‘toritos’ desde la barrera, recuerda cuando la presión y los nervios se apoderaban de ella cada vez que le tocaba salir a jugar, en las competencias que dan apertura al camino rumbo al profesionalismo.

“Hace tres años jugué mis últimos Intercolegiados. Estas justas uno nunca las olvida, porque uno compite en la mejor etapa de la vida, la niñez. Esta es una experiencia que deberían vivir todos los niños”, sostuvo Aguiar a EL NUEVO DÍA.

Y agregó: “Era fantástico cuando mis compañeros del colegio me hacían barra. Enfrentar a deportistas de otras instituciones educativas me fascinaba, y sobre todo tener la responsabilidad de defender unos colores. Acá uno empieza a tomar en serio el deporte, se genera mayor disciplina y compromiso”.

María José, quien desde séptimo grado hasta once logró avanzar cada año hasta la final nacional de los Intercolegiados, acabando en la mayoría de ocasiones en el podio, lamenta que Coldeportes le quedó debiendo una beca que se ganó con el sudor de su esfuerzo.

“No entiendo qué pasó. Con Sharick Sánchez fuimos campeonas, pasé todos los documentos, pero en Coldeportes nunca me respondieron por la beca”, recordó con gran tristeza.

Ahora que está como juez en las justas escolares, sostuvo que “ya la presión no existe. Y me gusta ver cómo los más pequeños disfrutan sus primeros pasos en el tenis de mesa. Lo difícil es cuando debo juzgar a compañeros de la Liga. Pero uno debe ser profesional, y todos entendemos que las reglas se deben cumplir”.

Tras los Intercolegiados, Aguiar continuará con su preparación para los Juegos Deportivos Nacionales Bolívar-2019. “Estas serán mis primeras justas, y quiero debutar con éxito. La Selección Tolima se viene preparando fuertemente, a doble jornada, de lunes a domingo.

En lo personal, mi objetivo es ganar una medalla por equipos, en compañía de María Fernanda Perdomo, Jenifer Valencia y Laura Machado. Ellas vienen de ganar bronce, pero soñamos con el oro este año. Para eso trabajamos”, puntualizó la ‘Pijao’.