Convierte su patio en una pista de BMX

Steven Bonilla en el punto de partida de su pequeña pista de entrenamiento.
Crédito: JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
El ibaguereño Steven Bonilla aprovecha el tiempo durante la cuarentena para construir en su casa un pequeño escenario de entrenamiento.
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Todo comenzó como un pasatiempo, pero luego su proyección fue tomando fuerza y, sobre todo, seriedad. Luego de casi un mes de arduo trabajo, el pedalista tolimense Steven Bonilla está a punto de culminar una mini pista de BMX en el patio de su casa, debido a que no ha podido entrenar en las calles por culpa del nuevo coronavirus.

“Nadie estaba preparado para algo así, pero es tanta mi pasión y amor por el deporte que no dudé en hacer algo para no quedarme quieto. Necesito entrenar, no puedo tener lejos mi bicicleta. Es algo inexplicable”, sostuvo a EL NUEVO DÍA el deportista extremo sobre las razones que lo llevaron a crear su propio recinto de preparación.

“Afortunadamente yo vivo en un lugar que cuenta con un espacio importante, y vi en eso una oportunidad para no frenar mi adrenalina. Acá cuento con un lote grande, es como una pequeña finca en medio de la ciudad”, relató el bicicrosista de la modalidad ‘dirt jump’.

Y agregó que “esta zona es de mi familia, pero estaba abandonada, entonces desde hace ocho años me vine a vivir acá. Nunca la había visto con los ojos de ahora. La pandemia me permitió visualizar un escenario perfecto para no alejarme tanto del BMX”.

El corredor con experiencia internacional contó que “tras analizar el terreno, opté por crear un ‘pum truck’, que es una pista de pequeñas dimensiones donde uno no tiene la necesidad de pedalear para transitar sobre ella.

Lo primero que tuve que hacer fue una limpieza. Yo tengo una libreta, y allí me las di de ingeniero civil realizando un dibujo de cómo podría quedar el trazado. Inicialmente construí unos ‘gusanitos’, y de a poco le fui agregando lo que requiere la pista”.

Bonilla aclaró que “todavía no la he terminado, pero estoy seguro de que esta será una de las mejores pistas de Ibagué, porque acá no contamos con un ‘pum truck’, mejor dicho, no tenemos nada, aún esperamos el escenario del Parque Deportivo”.

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Con sus manos

Steven reconoció que “en casa solo tengo un machete, un azadón, una pala y un balde, no más. Con eso he tenido que edificar esta pista. Eso sí, las ganas me sobran, por eso estoy a punto de culminar algo que nunca me imaginé diseñar”.

El ibaguereño recalcó que “mi vida gira en torno a la bicicleta y el BMX. No quería perder tiempo en la cuarentena. Seguramente otros deportistas contarán también con espacios así, y allí entrenarán. No puedo darme el lujo de bajar el nivel.

Yo empecé este proyecto desde que la cuarentena fue impuesta por la Alcaldía y la Gobernación. A pesar de lo pequeño, tiene de todo, pues puedo perfeccionar la técnica, pero a la vez tengo la forma de realizar mi trucos y maniobras sin peligro de una caída en un hueco. No es por nada, pero creo que es fantástica”, puntualizó.

 

No será solo para él

Steven Bonilla aseguró que “estoy tan comprometido y feliz con esta pista, que mi idea es abrirla para otros bicicrosistas cuando todo vuelva a la normalidad en el mundo. Lo haré teniendo en cuenta que la Ciudad no posee escenarios óptimos para nosotros. Acá serán bienvenidos grandes y chicos, desde que amen este deporte. En su momento espero crear una escuela de formación”.

En cuanto a las opiniones de sus amigos sobre este improvisado proyecto, refirió que “todos me dicen que soy una máquina para echar pala. Muchos quieren entrenar conmigo, pero hay que ser conscientes que eso ahora no se puede. Ya llegará el momento. Por lo pronto, mi llamado es a que nos quedemos en casa”.

De su jornada diaria relató que “empieza a las 6 de la mañana. Como vivo solo, primero preparo mi desayuno, y luego empiezo a trabajar en la pista hasta las 11. A esa hora hago mi almuerzo. Después de comer descanso un rato, y desde las 2 hasta las 5:30 sigo echando pala, antes de hacer ejercicio y probarla un poco con la bici. Esa ha sido mi rutina todo este tiempo”.

Finalmente, reconoció que “la pista la uso muy poco. Por ahora solo estoy dedicado a su construcción. La utilizo para ir confirmando que todo está en el lugar correcto. Cuando empecé lo hice muy suave, no creía llegar tan lejos, pero ahora estoy comprometido con crear algo que valga la pena para mi preparación de cara a cuando se reactiven las competencias y, porque no, la de otros deportistas”.

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Credito
RONAL RENGIFO ÁLVAREZ

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