El fútbol aficionado, de luto en Ibagué

José Inocencio Sánchez Barrero (q.e.p.d).
Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
La muerte de José Inocencio Sánchez Barrero, mejor conocido como ‘Chencho’, tomó por sorpresa a la familia del balompié amateur en la capital tolimense.
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Con una lamentable noticia amaneció ayer el deporte aficionado tolimense, específicamente el balompié ibaguereño, al conocerse el sorpresivo fallecimiento de José Inocencio Sánchez Barrero, debido a un infarto.

De arranque su nombre puede sonar desconocido, toda vez que en la ‘Ciudad Musical’ todos los llamaban ‘Chencho’. De joven hizo parte de las diferentes categorías de la Selección Tolima de fútbol, y tras no lograr escalar al profesionalismo, optó por convertirse en un comerciante.

Cabe destacar que él fue uno de los pioneros en la ‘Ciudad Musical’ en el negocio de las canchas sintéticas, destacándose con ‘La Grama de Chencho’, escenario ubicado por la entrada a Balcones de Navarra, sobre la avenida Ambalá.

En este lugar se llevaron a cabo incontables certámenes de fútbol 5 amateur. Incluso allí, el periódico EL NUEVO DÍA se quedó hace algunos años con el subtítulo de un campeonato de periodistas, conquistado por La Kancha TV.

‘Chencho’ (azul) en compañía de Harold Rivera (izquierda) y otros amigos del fútbol.

 

Un ‘guerrero’

Cabe resaltar que las fuentes contactadas por esta redacción para tratar de profundizar sobre la vida deportiva de José Inocencio, coincidieron en asegurar que fue un batallador dentro del terreno de juego, pero afuera una persona noble en todo el sentido de la palabra.

“Creo que ‘Chencho’ es de esos amigos que uno nunca podrá olvidar. De alguna forma u otra nos unía al grupo que integramos desde que competimos defendiendo los colores de nuestra región”, manifestó Harold Rivera, técnico de Independiente Santa Fe.

Y agregó que “se hizo querer muy fácil porque siempre se destacó como líder. En las Selecciones Tolima él tomaba la vocería, y nosotros lo veíamos con mucho respeto a pesar de tener todos casi la misma edad”.

De la etapa como jugador, Rivera recordó a ‘Chencho’ como “un futbolista muy fuerte, recio. A él no le gustaba perder. Se entregaba al máximo, luchaba hasta el último instante, y eso era un ejemplo para los demás.

Eso sí, toda esa ferocidad era solamente en el campo, porque afuera su don de persona era impresionante. Definitivamente se nos fue un hombre muy valioso, y eso lo puede corroborar cualquiera”, apuntó el entrenador ‘Pijao’ del ‘Expreso Rojo’.

La última vez que Harold supo de Sánchez Barrero fue a través de un grupo de WhatsApp denominado ‘Amigos Tolima’. “Él envió el fin de semana un video. No escribió nada. Por eso nos tomó por sorpresa esta nefasta noticia”, aseguró el ‘Profe’.

“Desde hace muchos años él venía organizando en diciembre una reunión especial entre los que jugamos con la Selección Tolima a finales de los 80. Armaba un partido, una integración posterior, y eso nos hacía felices. Allí contábamos cómo nos iba en nuestros trabajos, qué era de nuestros hijos y compartíamos anécdotas. Él era el coordinador”, manifestó el exfutbolista profesional y ahora estratega.

De por qué ‘Chencho’ no logró llegar a la primera división del rentado nacional, tal y como lo consiguieron él o Flavio Torres, también integrante del grupo en mención, dijo que fue en parte por propia decisión de José.

“Ahora no lo recuerdo muy bien, pero creo que él alcanzó a estar conmigo en reservas del Deportes Tolima. Sin embargo, en esa época el fútbol no era bien remunerado, entonces ‘Chencho’ prefirió trabajar, conseguir sus cosas, y por eso se volvió comerciante. Creo que le fue muy bien, hizo grandes amigos, trabajó por el fútbol aficionado, y eso nunca lo olvidaremos”, puntualizó Harold Rivera.

‘Chencho’ en la Selección Tolima de fútbol de 1988.

“Uno adentro, otro afuera”

El concepto de ‘Chencho’ entregado por su amigo Harold Rivera, lo ratificó el ibaguereño Hugo Latorre, periodista de Radio Estación Virtual, quien aseguró que “él fue un futbolista líder, de esos que todo equipo debe tener.

Fue un deportista aguerrido, luchador, fuerte, agresivo y con gran temperamento. Él discutía con los rivales, con el árbitro y les exigía mucho a sus compañeros. Por nada del mundo le gustaba perder”, agregó.

Latorre sostuvo que “era increíble la manera como él cambiaba cuando salía de la cancha. Era algo del cielo a la tierra, porque por fuera del campo nunca discutía con nadie, era muy amable, un alma de Dios sin exagerar. Por eso se hizo querer muy fácil en Ibagué.

Estamos conmovidos con esta triste noticia. Creo que el fútbol aficionado perdió un gran hombre. Nos hará mucha falta”, puntualizó.

 

Cifra

50 años tenía ‘Chencho’.

Credito
EL NUEVO DÍA

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