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Y es que este Barça vuelve a carburar al ritmo del astro argentino, que ha empezado a golear y a asistir como en sus mejores tiempos. Su última exhibición, el 5-1 ante el Alavés en el último partido de Liga, donde Messi asistió y también marcó por partida doble.
El objetivo, aprovechar la inercia goleadora de una escuadra que ha empezado ya a ver puerta con facilidad y no repetir los errores defensivos que están lastrando al equipo y que ante el letal PSG, y más en casa, dejarían la eliminatoria cuesta arriba.
Por su parte, el París Saint-Germain, que no olvida los ecos de su última eliminación con el famoso 6-1 que culminaba una remontada histórica del Barcelona en el Camp Nou, viaja pendiente del italiano Marco Verratti, considerado el alma de la creación del juego parisiense en ausencia del lesionado Neymar, pero que no juega desde el pasado 7 de febrero por un problema físico. Todo apunta a que el jugador, por el que un día se pelearon Barça y PSG, estará en el césped.
Los finalistas de la pasada edición de la Liga de Campeones cuentan con superar a un gran equipo al fin en esta competición y existe la sensación de que este Barça es más accesible que en pasadas ocasiones, aunque de puertas para afuera todo el mundo apele a la prudencia.
DATO:
En el otro partido de la jornada, el Leipzig alemán recibe la visita del Liverpool inglés.
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